La tasa de inflación italiana subió en octubre un 3,5 % respecto al mes anterior y un 11,9 % interanual. Esta cifra no se registraba desde marzo de 1984, según informó este viernes el Instituto Nacional de Estadísticas (Istat) en sus datos provisionales.
Según el Istat, la fuerte aceleración de la inflación se debe principalmente al aumento de los precios de los bienes energéticos, cuyo crecimiento anual pasó de un aumento del 44,5 % en septiembre al 73,2 % en octubre.
También aumentaron los regulados que pasaron de un 47,7 % al 62,1 % y en menor medida, los precios de los alimentos que subieron al 13,1 %.
Por el contrario, los precios de los servicios recreativos, culturales y de cuidado personal se desaceleraron, del 5,7 % en septiembre al 5,1%.
Por su parte, la inflación subyacente, que excluye la energía y los alimentos frescos por su volatilidad, aumentó al 5,8 %.
El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) -que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona del euro- aumentó un 12,8 % interanual, y un 4 % respecto al mes anterior, según estas estimaciones preliminares.
Con todo, la inflación para 2022 será del 8 % y del 3,7 % para la subyacente, según los cálculos del Istat
Subida de los bienes alimentarios
El Istat en su comentario de los datos explicó que "son sobre todo los bienes energéticos, tanto regulados como no regulados, los que explican la extraordinaria aceleración de la inflación en octubre de 2022, continuando también acelerándose los precios de los bienes alimentarios (tanto procesados como no procesados), en un cuadro de tensiones inflacionarias que se extiende por casi todos los sectores de productos".
"Es necesario remontarse a junio de 1983 (cuando registraron una variación del 13 %) para encontrar un incremento en los precios del "carro de la compra", y a marzo de 1984 para una tendencia de la inflación general", agregó en una nota.