El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Francia se ha situado en enero en el 6%, después de la subida interanual del 5,9% observada en diciembre de 2022, según la estimación provisional realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee).
Según recoge Europa Press, este ligero aumento de la inflación en el primer mes de 2023 responde a la aceleración en los precios de los alimentos, que aumentaron un 13,2%, frente al 12,1% de diciembre, y de los precios de la energía, con una subida del 16,3%, frente al 15,1% del mes anterior.
Además, los precios de los bienes manufacturados han aumentado un 4,6%, el mismo ritmo que en el mes anterior. Asimismo, el alza del precio de los precios de los servicios se ha desacelerado al 2,6% desde el 2,9% de diciembre de 2022.
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En términos mensuales, los precios al consumidor han aumentado un 0,4% en enero de 2023, después de caer un 0,1% en diciembre del año pasado.
En el caso del IPC Armonizado, empleado en sus estadísticas por Eurostat, se ha observado un repunte al 7% en enero de 2023, después del 6,7% de diciembre de 2022. En tasa mensual, el índice armonizado ha subido un 0,4%, después del -0,1 % del mes anterior.
PIB
Por otra parte, la economía francesa desaceleró la expansión del producto interior bruto (PIB) en el cuarto trimestre del año al 0,1%, frente al crecimiento del 0,2% del tercer trimestre, según el dato preliminar publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee).
De este modo, el crecimiento promedio para el conjunto del año 2022 se frenó al 2,6% desde el 6,8% registrado en 2021, explicó el instituto estadístico francés.
Entre octubre y diciembre, la demanda interna final contribuyó negativamente al crecimiento del PIB trimestral, con una caída del 0,2%, frente al crecimiento del 0,9% del trimestre anterior, debido a una fuerte caída del consumo de los hogares (-0,9%).
De su lado, el crecimiento de la formación bruta de capital fijo se ralentizó al 0,8% frente al 2,3% del tercer trimestre, pero se mantuvo dinámica.
El comercio exterior contribuyó positivamente al crecimiento del PIB trimestral (+0,5 puntos), tras una aportación negativa en el trimestre anterior. Las importaciones cayeron con fuerza (-1,9%) y las importaciones bajaron un 0,3%.