El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió hasta el 5,9% en enero. Así, la inflación sube dos décimas respecto a la cifra registrada en diciembre, según el dato confirmado este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Un alza que coincide con el fin del descuento a los combustibles, y con la puesta en marcha de la rebaja del IVA a los alimentos; pese a ello, los alimentos se mantienen disparados.
En concreto, crecieron en enero un 15,4% en tasa interanual. De esta forma, la rebaja durante seis meses del IVA de los alimentos de primera necesidad del 4% al 0% y del 10% al 5% del aceite y la pasta, no se ha dejado sentir en el conjunto del sector durante el primer mes del año.
Sí se ha notado la rebaja en el conjunto de alimentos afectados por la medida adoptada por el Gobierno: pan (-0,2%), leche (-1,5%), huevos (-1,5%), frutas frescas (-4,2%), legumbres (-1,1%), patatas (-1%), harina (-2,3%) y queso (-0,7%); así como la rebaja del IVA del 10% al 5% en el aceite de oliva (-1,2%) y la pasta (-3,5).
Ahora bien, en el resto del conjunto de la alimentación los productores han mantenido el ritmo de traslación de aumento de costes ensombreciendo el efecto de la medida. De hecho, en términos mensuales, el conjunto el sector alimentario rebaja sus precios casi un 1,4%.
Fuentes del ministerio de Economía destacan que "el conjunto de medidas adoptadas el pasado mes de diciembre están surtiendo efecto en su primer mes de aplicación y seguirán contribuyendo al descenso de la inflación en los próximos meses".
Cabe recordar que entre las medidas adoptadas por el Gobierno para mitigar el impacto de los altos precios se encuentran la prórroga de algunas iniciativas adoptadas en otoño de 2022 (por ejemplo la rebaja del IVA a la electricidad y el gas) y el nuevo paquete de diciembre que incluye el bono de descuento adicional en la factura de la luz para los hogares más vulnerables.
Entre los grupos que destacan por su influencia en el aumento de la tasa anual se encuentran el de vestido y calzado, con una tasa del 3,6%, casi dos puntos superior a la del mes anterior. Según ha reslatado el organismo, esta evolución se debe a los precios de todos sus componentes descienden este mes menos que en enero de 2022.
El grupo de transportes sitúa su tasa en el 5,6%, más de dos puntos superior a la del mes pasado, a causa de que la gasolina y el petróleo suben más que hace un año tras el fin del descuento de 20 céntimos a los carburantes. De hecho, las gasolinas y el gasóleo avanzan más de un 11%, lo que demuestra cómo las rebajas fiscales lo único que hacen es retrasar la inflación en lugar de corregirla y acabar con ella.
También destaca la subida del grupo de comunicaciones, cuya variación se sitúa en el 2,3%, más de cuatro puntos por encima de la registrada en diciembre, debido a que los servicios de telefonía suben más que en enero de 2022. Los principales operadores de telefonía subieron en enero sus tarifas tras años de rebaja o mantenimiento de sus ofertas.
La inflación subyacente sigue disparada y marca ya niveles que no se veían desde 1986. En concreto, subió hasta el 7,5% y eso que excluye los productos energéticos y los alimentos no elaborados. Ya supera en más de punto y medio al índice general. Sin embargo, en el Gobierno confían en que en los próximos meses -y gracias a las medidas adoptadas- se consiga ir reduciendo la evolución de los precios incluidos en la tasa subyacente.
Por su parte, la tasa anual del IPC aumenta en enero respecto a diciembre en todas las comunidades autónomas excepto en Aragón, donde desciende una décima.
En concreto, los mayores aumentos se producen en Canarias, con una subida de 0,5 puntos, y en Cantabria, La Rioja y Comunidad de Madrid, con incrementos de 0,4 puntos en cada una.
Previsiones de Bruselas
Respecto a las previsiones inflacionistas para este año, Bruselas adelantó el pasado lunes que prevé que el nivel de precios se modere hasta el 4,4% en 2023 y el 2,3% en 2024.
El Ejecutivo comunitario también alertó de que el crecimiento de España podría verse lastrado por el endurecimiento de las condiciones de crédito para los hogares por las subidas de tipos y por el debilitamiento del mercado laboral. De ahí que la previsión para 2024 se mantenga sin cambios en el 2%.