La inflación del Reino Unido repunta en febrero hasta el 10,4%, frente al 10,1% de enero, según ha informado este miércoles la Oficina Nacional de Estadística británica.
Al respecto, el ministro británico de Economía, Jeremy Hunt ha subrayado que "la caída de la inflación no es inevitable, por lo que debemos ceñirnos a nuestro plan de reducirla a la mitad este año".
"El alza respondió a un incremento en los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, sobre todo de las verduras a raíz del mal tiempo en Europa, que provocó una caída en la llegada de alimentos de países europeos", ha señalado el economista jefe de la ONS, Grant Fitzner.
Asimismo, la inflación subyacente subió al 6,2% desde el 5,8% de enero, frente al descenso previsto del 5,7%.
En términos mensuales, los precios registraron en el segundo mes del año un incremento del 1,1%, después de la subida del 0,8% del mes de enero.
Subida de tipos
Cabe recordar que debido al alza de los precios y el coste de la vida, el Reino Unido ha vivido en los últimos meses una serie de paros que han secundado distintos sectores -personal de correos, trenes, autobuses, de la sanidad o funcionarios públicos- en reclamo de un incremento salarial.
La aceleración de la subida de los precios en el mes de febrero complica la decisión del Banco de Inglaterra, que se reunirá este jueves para evaluar su política monetaria en medio de las recientes tensiones financieras, después de elevar los tipos de interés en diez rumiones de manera consecutiva, hasta el actual 4%.