Repsol avisó este jueves al Gobierno de que se plantea las inversiones en el país debido a la "falta de estabilidad". Ante estas declaraciones, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos en funciones, Nadia Calviño, ha asegurado que "España es un país que está atrayendo mucha inversión" por lo que "me sorprendería que los propios españoles fueran en una dirección distinta".
Calviño, en declaraciones a RNE, ha remarcado que "España atrae inversiones entre otras cosas, porque tiene paz social y precios de la energía más bajos gracias a las renovables".
Sobre si hay margen para que las empresas sigan aportando más a través de los impuestos extraordinarios a energéticas y entidades financieras, la vicepresidenta primera en funciones ha remarcado que "por supuesto" que lo hay para que las que más ganan sigan aportando más.
"Los resultados milmillonarios que estamos conociendo estos días de bancos y energéticas explican por qué es necesario que contribuyan. Para poner en marcha medidas es necesario que contribuyan más quienes más tienen", ha enfatizado.
Además, ha considerado necesario un sistema fiscal más justo "y tener un impuesto de sociedades del 15 % no es una cuestión que se plantee en España, es un acuerdo al que se ha llegado en la OCDE, una medida que se está poniendo en toda Europa, para evitar la competencia fiscal que nos empobrece a todos".
Reducción de la jornada laboral
Respecto a la reducción de la jornada laboral que recoge el acuerdo de gobierno entre PSOE y Sumar, Calviño ha asegurado que se abordará en el ámbito del diálogo social, es decir, "mano a mano" con patronal y sindicatos.
También ha dejado claro que "es vidente, y lo dice el acuerdo de gobierno, que esto (la reducción de jornada laboral) habrá que hacerlo dentro del diálogo social", porque "no tiene sentido que se adopte una medida de carácter general sin tener en cuenta la situación de los distintos sectores y empresas".
"No es lo mismo un sector que otro o una empresa que otra", ha dicho Calviño, quien ha señalado que la reducción debe ser compatible con "proteger la productividad, el crecimiento económico y seguir mejorando las condiciones laborales de los trabajadores y los márgenes de las empresas".