1.134 euros brutos al mes en 14 pagas. Ese será el salario mínimo interprofesional este año, después de que el Gobierno haya acordado una subida del 5% con los sindicatos. En el cómputo anual, el incremento se traduce en una renta mínima de 15.876 euros.

El Ejecutivo solo ha podido acordar el nuevo SMI con los sindicatos CCOO y UGT, en tanto que las patronales CEOE y Cepyme se descartaron esta semana del mismo, aunque sí han acudido a la mesa de negociación este viernes.

Con esta subida, de 54 euros al mes respecto al SMI de 2023, el salario mínimo se ha incrementado un 54% desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa. En 2018, era de 735,9 euros al mes.

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El nuevo salario mínimo se aprobará en Consejo de Ministros en las próximas semanas, aunque entrará en vigor de forma retroactiva desde el 1 de enero.

La subida, con todo, es inferior a la del año anterior -de un 8%- y queda lejos de la fuerte alza con la que el Ejecutivo socialista inauguró sus subidas de esta renta mínima. Entre 2018 y 2019, el salario mínimo creció un 22%, al pasar de esos 735,9 euros a 900.

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Como era de esperar, el Ejecutivo solo ha acordado la subida con los sindicatos. A principios de semana, la CEOE acusó al Gobierno de "amenazas" y "chantajes" y descartó firmar la nueva cifra, fuera esta la que fuera. Todo después de que el Ministerio de Trabajo planteara a los empresarios que, o bien aceptaban una subida del 4%, o bien el incremento sería mayor.

La reunión de este viernes, a la que todos los actores llegaban ya con las cartas sobre la mesa, no se ha extendido mucho más allá de una hora.

Cuando a finales del pasado año comenzaron las negociaciones, los empresarios plantearon un incremento del 3% más otro punto en función de la inflación. Mientras, los sindicatos pidieron una subida mayor, que finalmente definieron por encima del 5%. Pero las centrales aseguraron que aceptarían un 4% si la patronal firmaba.

Además de la cifra, la patronal había condicionado su apoyo a que la subida se aplicara a los contratos públicos y a una bonificación en las cuotas a la Seguridad Social del sector del campo. Aunque el Gobierno se comprometió a estudiar sendas propuestas, finalmente las descartó.

El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, en el anuncio de la subida del SMI Carlos Luján Europa Press Madrid

Acuerdo bipartito

El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, figura principal del Gobierno en las negociaciones, ha sido el encargado de anunciar la subida. "Me congratula volver a hacer esto de la mano sindicatos", ha afirmado, si bien ha agradecido a la patronal su papel en la mesa de diálogo y ha asegurado que le habría gustado "incorporar" a los empresarios al acuerdo.

Para el número dos de Yolanda Díaz en el Ministerio, esos 54 euros mensuales más "marcan la diferencia entre poner más o menos la calefacción, para poder comprar carne o pescado fresco o para ir a la frutería".

"Esto es la política útil", ha defendido Pérez Rey.

En cuanto a las cuestiones técnicas, el secretario de Estado ha explicado que tardará algunas semanas en llegar al Consejo de Ministros porque tiene que pasar distintos trámites. También ha señalado que a la subida no podían incorporarse otros elementos (ni los planteados por CEOE ni por los sindicatos) porque la normativa solo permite fijar una cantidad.

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Según Pérez Rey, una subida del 5% responde a los dos objetivos del Gobierno: no perder poder adquisitivo y que el SMI se mantenga en el 60% del salario medio. Es la cifra final, aunque ha reconocido que era "variable" en función de la "geometría" del acuerdo. Es decir, como no está la patronal, se alcanza el mínimo del 5% que pedían los sindicatos.

Sindicatos

Los sindicatos, contentos con la subida, han indicado que les hubiera gustado más un acuerdo tripartito. "Hemos trabajado para que fuera así, pero finalmente no ha sido posible", ha resumido la secretaria de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente.

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Con todo, para Vicente es "una buena noticia" el acuerdo, en tanto que se suma a las anteriores subidas del salario mínimo, que "han contribuido, sin lugar a dudas, a la creación de empleo".

Eso sí, las centrales han mostrado ciertas diferencias en cuanto a que el SMI se haya situado en el 60% del salario medio. CCOO sí considera que el nuevo SMI está alrededor de esa cifra, pero UGT lo descarta.

Pero, más allá de esa cuestión, los sindicatos han expresado su alegría. El vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján, ha apuntado que no hubieran entendido que el incremento del SMI "no estuviera acompasado con el resto de subidas que se han hecho para los ingresos mínimos" (las pensiones mínimas contributivas y no contributivas y el ingreso mínimo vital).

Ahora se abren nuevos retos para los sindicatos. Primero, la mesa para el subsidio por desempleo, que vuelve al diálogo social después de caer en el Congreso. Después, quieren que el Gobierno se abra a negociar la legislación sobre el SMI, la ley de dexindexación y de contratos públicos y la sustitución del IPREM como indicador de referencia.

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi Carlos Luján Europa Press Madrid

Enfado patronal

En un comunicado conjunto, CEOE y Cepyme lamentan "profundamente" el "escaso esfuerzo del Gobierno" para que la patronal entrara en el acuerdo de actualización del SMI. Los empresarios ponen en valor que ellos fueron los primeros en hacer una propuesta para "hacer compatible esta subida con la supervivencia del tejido empresarial".

Asimismo, denuncian que sus propuestas no han sido atendidas "por el supuesto coste" para el Estado, al tiempo que se asiste "a incrementos del gasto público derivados de acuerdos meramente políticos".

Una situación "arbitrariedad" que para la patronal se añade a que el Gobierno haya planteado la subida del salario mínimo "en términos de premio o castigo" según los empresarios se adhirieran o no al acuerdo.