El Banco de España estima que el impacto de la crisis en el mar Rojo sobre la inflación sería, por ahora, muy reducido. Sin embargo, advierte de que, a diferencia del episodio del buque Ever Given que se atascó en el canal de Suez, hay mucha incertidumbre sobre cómo evolucionará la situación, que "que podría ir a peor".
El organismo ha elaborado un indicador de cuellos de botella que sugiere que el impacto económico sería, de momento, reducido respecto a otros episodios anteriores. No obstante, la institución que encabeza Pablo Hernández de Cos ha alertado de que la crisis está incrementando los costes globales de transporte.
Desde mediados de diciembre, las tensiones en Oriente Próximo están afectando al transporte marítimo de mercancías. La ruta afectada es la del canal de Suez, por donde transita un 30% del tráfico global de contenedores. Los ataques de los rebeldes hutíes a los buques de carga hacen arriesgado el tránsito, incrementándose los costes.
Ante esta situación, gran parte del tráfico marítimo se está desviando a otras rutas alternativas que rodean África a través del cabo de Buena Esperanza.
Así, el tráfico en el mar Rojo se ha reducido en un 40% desde el inicio de la crisis y los tiempos de navegación y los costes de transporte se están incrementando. Lo que continúan por la ruta de Suez ven también incrementados sus costes por el mayor precio de los seguros.
De acuerdo con este índice, la crisis actual del mar Rojo tiene, de momento, un impacto limitado sobre el índice principal de cuellos de botella. Si bien el indicador se ha incrementado, sobre todo en la eurozona, desde mediados de diciembre, se mantiene muy por debajo de los máximos registrados durante la pandemia.
"La actual debilidad de la demanda global y la ausencia de congestión en la industria logística y en las cadenas globales de suministro antes del episodio actual habrían contribuido a esta contención de los cuellos de botella", explican desde el Banco de España.