La Plataforma Nacional para la Defensa del Transporte ha confirmado un paro patronal indefinido en toda España. La misma organización que en marzo de 2022 paralizó parte del país vuelve a la carga, esta vez en comunión con los agricultores. Aseguran que trabajan a pérdidas y que, para eso, "pegan fuego al camión" y se dedican a otra cosa.
"Cada vez pagamos más por nuestros camiones y combustibles y cobramos cada vez menos", se lamentaba Juan José, uno de los transportistas que este sábado se concentraron en las inmediaciones del estadio Metropolitano de Madrid para decidir si comenzaban ese paro indefinido en todo el país. Aunque la convocatoria era conjunta con los agricultores de Plataforma 6F, lo cierto es que los camioneros eran mayoría.
Es más, las anunciadas tractoradas hacia la capital finalmente no sucedieron y en los alrededores del estadio del Atlético de Madrid no podía verse ni un tractor. Sí había agricultores, según declaraban unos pocos, pero predominaban los chalecos amarillos de la Plataforma de los camioneros. En total, medio millar de personas.
La cita era a las cinco de la tarde, aunque la escasa afluencia inicial fue dilatando los tiempos. Entre las caras reconocibles se encontraban el ultraderechista Alvise Pérez o Lola Guzmán, ex militante de Vox, asidua a las protestas en la sede socialista de la calle Ferraz y, ahora, portavoz de los agricultores de la Plataforma 6F. También estaba el presidente de la Plataforma Nacional para la Defensa del Transporte, Manuel Hernández.
Entre algunas banderas de España y una solitaria Ikurriña, los manifestantes se fueron congregando frente a un camión abierto que hacía las veces de escenario. Los gritos contra el Gobierno se entremezclaban con otros que pedían defender el transporte y la agricultura. Mientras seguía llegando gente, desde el escenario se repartía morcilla, la cual ofrecían al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
"Denunciamos el incumplimiento por parte del Gobierno de la ley que nos puso para poder trabajar sin tener pérdidas. No han cumplido", aseguraba uno de los camioneros. Se refería a la Ley de la Cadena de Transporte, que el Gobierno aprobó en 2022 tras el último paro de los camioneros. Su "único salvavidas" frente a unas grandes empresas e intermediarios que les obligan, asegura, a trabajar a pérdidas.
Momentos antes de que comenzaran las intervenciones en el escenario, Guzmán se paseaba entre los asistentes: "Esto va a ser mundial. Vamos a por ellos, que podemos", animaba la ultraderechista. "¡Vivan los agricultores y viva Cristo Rey!", se escuchó entonces el primer grito relacionado con el campo.
"No vamos a permitir que echen abajo un país tan hermoso", empezaba su intervención el portavoz de los agricultores de la Plataforma 6F por Madrid. Con chaleco de los transportistas, aseguraba que es necesario crear "un gran frente común de agricultores, transportistas y todo el sector primario".
Tras él fue el turno de Manuel Hernández. Era uno de los momentos más esperados, pues tendría lugar la votación para iniciar el paro patronal. "Mi enhorabuena a los agricultores que salen a la calle a decir basta ya. No van a dejar que arrasen sus campos y traigan comida de otros países de mala calidad y a precio de oro y dejen a España en un secarral", empezaba su discurso.
El líder de los camioneros, convencido de que están "a las puertas de hacer historia", ha cargado duramente contra los intermediarios y las grandes empresas que les fijan precios por debajo de sus costes. Sin embargo, el discurso rápidamente derivó en una feroz crítica al Gobierno y levantó gritos de "Pedro Sánchez, hijo de puta" y "Óscar Puente, hijo de puta". Hernández terminó acusando al sistema de "opresor, injusto y dictatorial".
Tras la votación del paro de los camioneros, que resultó en un abrumador "sí" a mano alzada y viva voz, Lola Guzmán se fundió en un abrazo con Hernández. El gesto no hacía sino confirmar que agricultores y transportistas van unidos al paro patronal. Los manifestantes, no obstante, gritaban "huelga, huelga".
El posterior discurso de Guzmán reveló las "verdaderas" demandas de la Plataforma 6F. Tras cinco días de protestas, la líder ultra aseguraba que estas no eran conocidas. Buena parte de esas demandas son la derogación de leyes vinculadas al cambio climático.
De ahí que haya levantado gritos contra la Agenda 2030 y la Unión Europea. De hecho, tras ella intervino un agricultor valenciano que aseguró que "esto ya no va de derechas e izquierdas, sino de globalistas contra patriotas".
Un paseo
"La convocatoria de la Plataforma termina aquí", exclamó Manuel Hernández una vez terminaron las intervenciones. El líder de los camioneros se desmarcaba de esa manera de cualquier incidente posterior, que lo hubo. Ante la mirada cómplice de Lola Guzmán, el ultraderechista Alvise Pérez cogió el micrófono.
"Sabéis que a mí me gusta pasear", empezaba Pérez. Según el agitador ultra, por cuestiones legales no podía ser más claro, pero invitó a todos los congregados a seguirle para ir a un sitio "muy cerca de aquí". Tras eso, se bajó del escenario y comenzó a caminar, seguido de solo una parte de los asistentes.
En un momento parecía que se dirigía a la salida de la carretera M-40, pero varios furgones policiales lo impedían. Así, la columna comenzó a rodear el estadio mientras los agentes acompañaban en la distancia. Solo a los lados y por detrás; ningún furgón de la Policía Nacional se encontraba en la cabecera de la pequeña manifestación. Eso fue clave.
La comitiva terminó de dar la vuelta al Metropolitano y, en ese momento, varios de los manifestantes, entre ellos el propio Alvise Pérez, saltaron una valla que separa la calzada de un terraplén que da acceso a las obras de la M-40. El objetivo, más allá de llegar a las obras de la carretera, no era claro, pero el movimiento pilló por sorpresa a los agentes.
Así, los efectivos de la Policía Nacional desplazados tardaron en llegar al lugar. El objetivo era doble: impedir nuevas incursiones e ir en busca de los que ya habían saltado la valla. En su operativo, los agentes cargaron no solo contra los manifestantes, sino también contra la prensa. Un periodista de EL ESPAÑOL recibió hasta once porrazos mientras trabaja de fotografiar las incursiones de los manifestantes pese a ir correctamente identificado.
La contundente respuesta de la policía no hizo sino encender los ánimos de los allí congregados, que empezaron a proferir gritos contra el Cuerpo Nacional de Policía. "Esas lecheras, a la frontera", "vendidos" o "me llamo Mohamed, hábleme de usted" fueron algunas de las frases que se pudieron escuchar.
Sin embargo, fue la propia Lola Guzmán la que cargó con mayor contundencia contra los agentes. "Os mató a pocos la ETA, hijos de puta", gritaba la líder ultra. Pero, en ese momento, la concentración comenzaba a dispersarse. Algunos alrededor de Guzmán proponían irse a la calle Ferraz.
Allí, como todas las noches, se manifestó un discreto grupo de personas, todavía más pequeño que el del estadio Metropolitano. Pasadas las diez de la noche, ese la céntrica calle madrileña recuperaba la normalidad y el tráfico.