La segunda semana de las protestas agrarias arranca este lunes, en una mezcla de movilizaciones organizadas y otras espontáneas. Es una realidad que ha destacado el ministro de Agricultura, Luis Planas, que identifica hasta tres bloques de convocantes y advierte sobre la "manipulación política" que subyace tras algunos de ellos.

En concreto, sobre algunos grupos que están moviendo a los agricultores a través de redes sociales, como la Plataforma 6F. Cada una de ellos son "de su padre y de su madre", ha resaltado, y varios tienen intenciones más extensas que la de dar salida al enfado del campo.

"En la medida en que haya manipulación política no tengo ningún respeto por ellos, aunque sí por los agricultores que se movilizan", ha sostenido Planas en una entrevista en Onda Cero.

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"Una cosa distinta es confundir sus ideas o movilización como la asamblea del Wanda Metropolitano (realizada este sábado) con los intereses e inquietudes de agricultores y ganaderos", ha zanjado.

El ministro respondía así a la pregunta de qué puede hacer el Gobierno para desactivar las protestas. Parte de la respuesta implica saber con quién se habla, ha esgrimido. "Esto es como pensar que se puede negociar esto como un convenio colectivo, y no", indicaba.

Porque hay "varias realidades" en el campo, y por tanto problemas muy diferentes que se dan a la vez; sin olvidar también que hay varios "bloques" de organizaciones detrás de ellos: los interlocutores oficiales, Asaja, COAG y UPA; una escisión de esta última, Unión de Uniones, que también ha realizado sus propias convocatorias, y finalmente las plataformas independientes.

Así que al final, Asaja, COAG y UPA, "tienen una dificultad de representación en ese aspecto". Aunque fue con ellos, ha agregado, con los que identificó una lista de diez demandas agrarias. Se está trabajando para dar respuesta a nueve de ellas, ha insistido.

Debate en Bruselas

Al respecto, ha indicado que el próximo día 26 hay un Consejo de Agricultura y Pesca en Bruselas en el que llevará "el debate sobre la simplificación" de la Política Agraria Común (PAC). 

"Es un debate eterno, pero creo que muchas veces por superposición de normas y no derogación de anteriores puede existir una situación donde los agricultores sientan una presión para ellos muy fuerte", ha señalado.

No obstante, ha defendido la importancia de la PAC, cuya última versión, que lleva un año en vigor, se ha convertido en diana de la indignación del campo. "La PAC es un seguro de renta, supone entre el 20% y 30% de los ingresos del agricultor medio", ha señalado.

También ha negado que sus modificaciones hayan llevado a una pérdida sustancia de ingresos para los productores: "En esta PAC el 60% de agricultores y ganaderos cobraran más; el 30%, lo mismo y un 10%, menos".