Terminado el "paréntesis" de la Semana Santa, el Gobierno mueve ficha para poner fin a las protestas que movilizan desde febrero a agricultores y ganaderos. Y lo hace con una propuesta de 43 medidas, que van desde una simplificación de la Política Agraria Común (PAC) hasta garantizar 700 millones de euros en créditos ICO.
"Con lo que tenemos sobre la mesa el Gobierno está dando respuesta a las preocupaciones que nos han sido planteadas", ha sostenido en rueda de prensa el ministro de Agricultura, Luis Planas, que ha detallado en qué consiste ese plan que ahora estudian las organizaciones agrarias.
Son, en concreto, 43 medidas distribuidas en siete ámbitos. Algunas de ellas implican la primera es relativa a la simplificación y flexibilización de la PAC, algunos de aplicación en 2024 y 2025; reforzar la Ley de la Cadena; o garantizar con dotación presupuestaria que haya hasta 700 millones en créditos para el sector agroalimentario.
De esa cantidad, 200 millones serían para jóvenes agricultores: la idea es apoyar el relevo generacional en el sector primario, donde la edad media supera con creces los 50 años.
También consta en ese documento enviado a Asaja, COAG y UPA, los interlocutores oficiales del campo con el Gobierno, la promesa de una conferencia sectorial de jóvenes, o medidas particulares para la ganadería extensiva, así como otro paquete de medidas fiscales y laborales y el compromiso de que se mantenga estable el sistema del seguro agrario combinado.
[La UE aprueba eximir a los pequeños agricultores de los controles y sanciones medioambientales]
La pelota pasa ahora a las organizaciones agrarias, que deberán decidir si aceptan esta batería de medidas y con ello desconvocan sus movilizaciones. No hay plazos para que se tome decisión alguna, aunque algunas de ellas han programado reunión de sus directivas esta semana.
En todo caso, las protestas no son ajenas al calendario político, ha subrayado Planas, tanto a nivel autonómico, con la próxima celebración de las elecciones catalanas y vascas, ni al internacional, con las europeas programadas para junio y en las que el desencanto del campo jugará un papel fundamental.
De hecho, del resultado de esta última cita electoral puede derivarse el desenlace de otra de las iniciativas que desde Bruselas se estudia para responder a las protestas, que han recorrido 18 de los 27 países de la UE: la aplicación de las cláusulas espejo.
Una cuestión que Planas ve "más cerca" de conseguirse, aunque dependerá de la futura composición del Parlamento Europeo. Y por lo mismo ha llamado la atención sobre la relación entre elecciones y protestas del sector primario.
"Tenemos tres procesos electorales. No me gustaría en ningún sentido que agricultores y ganaderos se vieran implicados por unos y por otros en estos procesos electorales", ha expresado Planas, que cree que ahora se ha abierto una "ventana de oportunidad" para alcanzar un entendimiento.
"Si se llega a un acuerdo, magnífico. Si no, el Gobierno va a continuar con el compromiso de ayer, hoy y mañana", ha zanjado.