El Fondo Monetario Internacional (FMI) rectifica y mejora sus proyecciones para la economía española. El organismo ha publicado este viernes la actualización de sus previsiones, en las que calcula que el Producto Interior Bruto (PIB) de España avanzará un 1,9% este año. La cifra está en la línea de la de otras instituciones, como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), o las del propio Gobierno.

"La economía española ha mostrado gran resiliencia en un contexto de debilitamiento del crecimiento en la zona del euro y endurecimiento de las condiciones financieras", valora el FMI en sus conclusiones tras visitar España. La institución considera que el ritmo de crecimiento intertrimestral del 0,5% observado en 2023 "se prolongará en los próximos trimestres".

Al igual que otras instancias, el Fondo Monetario Internacional ha revisado al alza -en cuatro décimas- sus previsiones tras el cuarto trimestre del pasado año, que sorprendió con un avance mejor de lo esperado. Igualmente, basa su estimación en el buen comportamiento de la demanda interna.

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Además, el FMI estima que la economía se comportará incluso mejor el próximo año, con un crecimiento del PIB del 2,1%.

"Un aumento moderado del ingreso real y una normalización paulatina de la tasa de ahorro de los hogares deberían apuntalar el crecimiento del consumo", valora el Fondo. Asimismo, considera que las transferencias no reembolsables de los fondos Next Generation y la relajación de las condiciones financieras "deberían producir cierto repunte de la inversión privada".

Por su parte, la inflación "seguirá bajando" entre 2024 y 2025 "en un contexto de reducción de los precios internacionales de la energía y contención de las presiones salariales". Advierte, eso sí, que la retirada de las medidas anticrisis "producirá subidas puntuales de precios", tras las cuales "la inflación debería retomar la tendencia a la baja, acercándose a la meta del BCE a mediados de 2025".

Mientras, el crecimiento del empleo se moderará "a medida que se normalicen las afluencias migratorias". De esta manera, la tasa de desempleo caerá "lentamente hacia el nivel estructural a medio plazo del 11%".

Riesgos

Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional identifica varios riesgos en la economía española. Por un lado, señala que "la prolongación de la fragmentación política interna podría obstaculizar la implementación de reformas estructurales y la consolidación de las cuentas fiscales". Algo que, concluye el FMI, "podría terminar empeorando la confianza empresarial, la inversión y el crecimiento".

En lo que se refiere a los riesgos inflacionistas, el Fondo identifica entre ellos un repunte de los precios internacionales de la energía y un aumento "más persistente" de los costes laborales unitarios debido a "presiones salariales sostenidas" o a un crecimiento más débil de la productividad.

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A largo plazo, otro riesgo que señala el FMI es el elevado endeudamiento de España. Aunque reconoce la mejora en los últimos años, ya advierte de un ritmo más bajo en el desapalancamiento del Estado en 2023. "La deuda continúa siendo elevada", lamenta el Fondo, que añade que "el espacio fiscal es limitado a medio plazo".

Una vez se moderen el crecimiento, la inflación y los ingresos fiscales, "el déficit fiscal y la deuda pública se estabilizarían en torno al 3% y el 4% del PIB", respectivamente. Siempre "en ausencia de medidas adicionales de consolidación fiscal discrecional". Además, el "creciente gasto" derivado del envejecimiento poblacional "generará fuertes presiones adicionales sobre las finanzas públicas" en la próxima década.

Ajuste de 0,6 puntos

Es por esto por lo que la institución liderada por Kristalina Georgieva considera necesario un "programa de consolidación plurianual" que permita mantener la deuda en una trayectoria descendente. "El hecho de que la economía esté funcionando prácticamente a plena capacidad (...) justifica una orientación fiscal restrictiva sostenida", indica el FMI en su informe.

La institución recomienda una reducción acumulada del déficit primario estructural de tres puntos porcentuales del PIB en 2024-2028. O lo que es lo mismo, un ajuste fiscal anual promedio de alrededor de 0,6 puntos porcentuales. A falta de conocer el resultado final, el FMI cree que será suficiente con el cumplimiento de las nuevas reglas fiscales de la UE.

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Además, el Fondo Monetario Internacional avala las políticas fiscales de España en este 2024. En concreto, considera adecuada la consolidación llevada a cabo a través de la imposición de gravámenes temporales sobre ganancias extraordinarias y la retirada paulatina de medidas de apoyo para paliar los efectos de la crisis energética.

Señala, eso sí, que, en caso de convertirlos en permanentes, es necesario establecer una "definición más clara de ganancias extraordinarias para minimizar sus efectos distorsivos".

En cualquier caso, el FMI sentencia que será necesario mantener este ritmo de consolidación fiscal en los años siguientes, lo cual requiere medidas suplementarias de carácter más estructural.