El Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos creció un 1,6% en el primer trimestre de 2024, frente al 3,4% de los tres meses anteriores, según ha informado este jueves la Oficina de Estadísticas Económicas (BEA). La Reserva Federal del país tendrá muy en cuenta esta cifra en su reunión del próximo uno de mayo.
El incremento del PIB real reflejó aumentos en el desembolso de los consumidores, así como en la inversión fija residencial y no residencial y en el gasto de los gobiernos estatales y locales, mientras que los inventarios privados y las importaciones detrajeron del crecimiento.
En comparación con el cuarto trimestre, la desaceleración del PIB real reflejó, principalmente, moderaciones en el gasto de los consumidores, las exportaciones y el gasto de las administraciones estatales y locales, así como un retroceso del gasto público a nivel federal.
Estas dinámicas se vieron parcialmente compensadas por una aceleración de la inversión fija residencial y el repunte de las importaciones.
El índice de precios de consumo (IPC) de Estados Unidos se situó en el 3,5% interanual en el mes de marzo, lo que implica una aceleración de tres décimas respecto al dato de febrero, mientras que el índice subyacente cerró el tercer mes de 2024 con una lectura del 3,8%, idéntica cifra que en el mes previo y su menor marca desde finales de 2021.
De su lado, la economía estadounidense generó 303.000 nuevos puestos de trabajo en marzo, una cifra superior a los 270.000 nuevos empleos creados en febrero, mientras que la tasa de paro bajó una décima, hasta el 3,8%.
La contratación se amplió, principalmente, en los sectores sanitario, gubernamental, de la construcción, de ocio y turismo, y del comercio minorista, mientras que apenas mostró variación en la minería, industria, extracción de gas y petróleo o el comercio mayorista, entre otros.
Política monetaria
En su reunión de finales del pasado mes de marzo, la Fed decidió mantener los tipos de interés en el rango del 5,25% al 5,5%, en máximos desde enero de 2001. De este modo, la institución volvió a mantener sin cambios su política monetaria por quinta reunión consecutiva tras la última subida de 25 puntos básicos del precio del dinero acometida en julio de 2023 y la pausa iniciada en septiembre.
El órgano decisor del banco central indicó que "no esperaba que sea apropiado reducir el rango objetivo hasta que haya adquirido una mayor seguridad de que la inflación estaba volviendo de forma sostenida hacia el 2%".
En línea con su anterior reunión, se volvió a omitir en el documento la frase que se refería al "grado de endurecimiento potencial", lo que apuntó a que el Comité desechaba la posibilidad de nuevos incrementos, si bien continuó figurando la línea que aseguraba también que la inflación seguía siendo "elevada".