Serán reuniones al principio distribuidas por sectores y la idea es que, una vez acercadas posiciones, el entendimiento se escenifique en un encuentro más amplio. No se descarta incluso que esa alianza, al ser entendida como representativa de sociedad y su sentir, de lugar a la convocatoria de movilizaciones en la calle, una posibilidad que el propio Moreno ha dejado caer durante el verano.

"Quiero recordarle al señor Sánchez que los andaluces no olvidan; si cree que somos tontos, que haciendo estas negociaciones en verano y por la puerta de atrás, vamos a olvidar, está muy equivocado", decía el presidente andaluz a mitad de agosto. Su aviso se empieza a concretar ya.

Europa Press

Moreno cierra el paso a una oferta de Sánchez a puerta cerrada para una quita de deuda andaluza

Dar agilidad a esta cuestión ha sido de hecho una de las primeras tareas del arranque de curso. El Consejo de Gobierno de la Junta ha acordado oficialmente este martes "la necesidad de trabajar en el refuerzo de la posición de la sociedad andaluza para aunar una alianza" que "facilite la defensa política, social y, llegado el caso, jurídica del consenso de 1978 y del modelo de solidaridad y cohesión social".

El protocolo para lograr ese consenso será el mismo que ha regido en el 'Pacto Social y Económico para el Impulso de Andalucía', una alianza en la que han participado la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), CCOO y UGT y que ha logrado en el pasado, tras numerosas reuniones, acuerdos para cerrar ayudas por más de 9.000 millones para familias, empresas y sanidad.

Apoyo de empresarios, dudas de CCOO

El plan de la Junta es invocar ahora ese espíritu de consenso y entendimiento, aunque de forma más amplía al incluir a más actores. En todo caso, a tenor de las declaraciones que se han sucedido en últimos días, algunas posiciones están ya definidas.

Es el caso de la patronal. "Este modelo acordado claramente es perjudicial para los intereses de Andalucía y el resto de comunidades. Se pretende privilegiar a unos ciudadanos frente a otros y eso rompe el principio de igualdad", apuntaba hace unos días el presidente de la CEA, Javier González de Lara, que alertaba de "efectos perversos" en las cuentas públicas, la financiación de servicios y las infraestructuras.

La posición de los empresarios andaluces ante el concierto catalán es de incomprensión. No entienden, dice su portavoz, "cómo desde el Gobierno de España se puede defender un modelo que perjudica el progreso de todo el país". 

Más crítico se muestra CCOO, que pide "coherencia" al Ejecutivo de Moreno. "Hemos escuchado al Gobierno andaluz repetir hasta la saciedad que un principio básico de solidaridad es que quien más tiene más aporte y por eso pedimos al Gobierno andaluz que haga en coherencia. Lleva seis reformas fiscales haciendo que los ricos de Andalucía no paguen impuestos, y eso está perjudicando enormemente las arcas públicas con la que se financian los servicios públicos", apunta en declaraciones a EL ESPAÑOL-Invertia la secretaria general de CCOO Andalucía, Nuria López.

La batalla andaluza

Loa agentes sociales no son los únicos convocados. El acuerdo esta vez busca exceder los moldes del pacto social, y por ello tratará de congregar también a los rectores andaluces.

Por ahora se da por hecho que el de la Universidad de Sevilla estará en ese barco. "Es una enorme traición", ha dicho sobre el acuerdo de financiación con Cataluña el rector de la Hispalense, Miguel Ángel Castro.

Castro advirtió en la apertura del curso académico: que nadie cuente con su "silencio para perpetrar esta enorme traición a nuestro pacto de convivencia". Porque el pacto, sostiene, "va en contra de la defensa de un sistema universitario público español en igualdad de oportunidades".

En la Junta están convencidos de que este rechazo es compartido por gran parte de la sociedad andaluza, en la que ha resurgido el debate sobre los agravios territoriales a resultas de las negociaciones sobre el concierto catalán. Aunque no solo.

En realidad lleva gestándose casi un año. Los pactos de PSOE y Junts para garantizar la investidura de Pedro Sánchez propiciaron uno de los primeros gestos de descontento de envergadura: una concurrida manifestación en Sevilla que llevaba por lema 'Yo defiendo Andalucía'.

La protesta, convocada por el Foro Economía y Sociedad y respaldada por más de 200 agentes sociales, asociaciones y colectivos andaluces, entre ellas el Círculo de Empresarios del Sur de España (Cesur), la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), contó con la presencia de Moreno, que remarcó que se estaba "generando de una manera decidida una diferencia y desigualdad entre territorios y españoles".

No lo dijo en una fecha cualquiera. Era 3 de diciembre, víspera del segundo día de la bandera que celebró la comunidad, y adquirió por ello tonos de reivindicación del andalucismo, que reclamó un 4 de diciembre de hace casi 47 años el autogobierno que se reconocía para otros territorios.