Una mujer sostiene una botella de aceite en un supermercado.

Una mujer sostiene una botella de aceite en un supermercado. Shutterstock

Economía

La acusación de Dcoop de una 'omertá' sobre fraude en el aceite de oliva abre una guerra de imprevisible final en el sector

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¿Hay fraude en el aceite de oliva? Es decir, ¿se mezcla el aceite de oliva con otros aceites diferentes y de peor calidad en aras de abaratarlo? La pregunta lleva 24 horas rondando el aire desde que Dcoop denunció que así es, que todo el mundo lo sabe y que no se persigue lo suficiente. 24 horas de terremoto en el sector, que teme asomarse a una crisis internacional de reputación.

Las grandes patronales del aceite, profesionales del campo y el propio Ministerio de Agricultura han salido en tromba a desmentirlo, en algunos casos aún atónitos por la denuncia del mayor productor mundial de aceite, expresada en boca de su presidente, Antonio Luque.

"No tenemos pruebas, pero sí indicios muy sólidos", remarcaba ante periodistas Luque. Unas declaraciones rebatidas por el ministro de Agricultura, Luis Planas, muy preocupado por el impacto que estas dudas tengan sobre todo en las exportaciones de aceite, una verdadera estrella agroalimentaria que sumó ventas internacionales por 6.000 millones de euros en el último año.

"Si alguien tiene una denuncia que hacer por un hipotético fraude con nombre y apellidos, que la haga, y las administraciones públicas actuaremos. Si no, que no perjudique al sector", ha dicho.

Mientras, Asoliva -que representa a los exportadores de aceite- y Anierac -que representa a los envasadores- se han unido en un comunicado en el que han anunciado que tomarán "las medidas oportunas ante estas falsas acusaciones que pretenden descalificar el prestigio de aceite de oliva español frente al aceite de otros países".

"Lo sabemos todos"

Asoliva y Anierac fueron, de hecho, directamente señalados por Luque, que justificó que Dcoop no formara parte de estos grupos porque a su juicio no persiguen lo suficiente ese presunto fraude. Insistió, además, en que esta circunstancia es ampliamente conocida y que se comenta sottovoce

¿Quiénes adulteran el aceite? ¿Qué porcentaje del oro líquido presente en el mercado puede estar afectado? Luque rehusó responder por falta de pruebas y de información, respectivamente, y animó a la Fiscalía a investigar.

¿Son conscientes del daño que puede hacer esa acusación en el mercado del aceite, especialmente a nivel internacional, donde se van dos de cada tres litros que se comercializan? "Si no hablamos, esto no se puede solucionar", respondió.

El día después, la respuesta predominante es un llamado a la "responsabilidad" en público; luego, el silencio. Algunos profesionales destacados del campo remarcan a este periódico que en todo caso las tensiones por este tema sí que son una constante.

El caso más reciente afectó a Acesur. El año pasado, la compañía renunciaba a poner en el mercado La Andaluza, un producto que, según denunció entonces la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), era una mezcla de aceite de oliva y girasol fundido fuera de España.

Se evitaba así estar fuera de la ley, dado que en nuestro país está prohibidas este tipo de mezclas, aunque no así su venta cuando el aceite ha sido elaborado en otro Estado de la Unión Europea de manera legal. Con todo, la intensa polémica acabó con la intentona.

De hecho, el Ministerio enfatiza que España tiene tolerancia cero con estas situaciones. Sostiene el departamento que dirige Planas que nuestro país ha sido "pionero en elaborar y aplicar la norma de calidad del aceite de oliva", impidiendo mezclas.

Además, recuerda que junto con las autoridades de consumo coordina con las comunidades autónomas el plan de control específico de la calidad del aceite de oliva y orujo de oliva, que introduce análisis de etiquetado, industria agroalimentaria, comercialización y comercio exterior.

Precios a la baja

¿Por qué surge ahora este debate? Desde Dcoop argumentan cansancio y señalan que es el momento porque, pendientes de que llegue la ansiada bajada de precio en lineales y de la recuperación de la producción tras la sequía, no puede perse de vista que falta abordar la cuestión de la calidad.

Pero otros desconfían de esta intención. "Parecen mensajes dirigidos a contribuir a la espiral bajista de precios de aceite de oliva", ha comentado Cristóbal Cano, secretario general de UPA Andalucía.

Es otro punto que pone nerviosos a los actores del oro líquido. Los precios en origen han empezado a desplomarse tras dos años de escalada porque ésta cosecha, por fin, será cercana a lo normal. Con más oferta, lo lógico es que baje el precio, pero en el sector del aceite sucede algo similar a lo que pasa con la inflación: es malo que estén muy altos -porque cae el consumo-, pero también que estén muy bajos -porque se reduce demasiado el margen de ganancias-.

Se abre, pues, la veda de acusaciones y sospechas en el sector, que tiene una derivada más peligrosa que la pelea nacional: el potencial daño en las exportaciones, donde el aceite español no tiene rival. Nuestro país pone en circulación el 70% de la producción de la UE y el 45% mundial.

"Unas declaraciones no pueden poner nunca en tela de juicio lo que es la realidad, pero evidentemente son dañinas. Y quién no está interesado en una cotización adecuada de nuestro aceite de oliva o en nuestra presencia en mercados internacionales puede potencialmente utilizarlo", avisa Planas.