La economía española crecerá este año y el siguiente muy por encima de la media estimada para la eurozona, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ha vuelto a revisar al alza su pronóstico de expansión del producto interior bruto (PIB) de España para 2025 al 2,6% desde el 2,3% y hasta el 2,1% desde el 2% el de 2026.
De tal manera, el 'think tank' para las economías avanzadas ha recortado su pronóstico de crecimiento para la economía mundial, que baja al 3,1% este año y al 3% el siguiente, lo que implica un empeoramiento de dos y tres décimas, respectivamente, en relación a las previsiones de diciembre de 2024.
En el caso de la zona euro, la OCDE ahora anticipa una expansión del PIB en 2025 del 1%, frente al 1,3% anterior, mientras que en 2026 el crecimiento de la eurozona será del 1,2%, en vez del 1,5% proyectado en diciembre.
El menor optimismo para la zona euro refleja la revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento de Alemania, hasta el 0,4% este año y el 1,1% el siguiente, lo que implica tres décimas menos en 2025 y una décima menos en 2026 de lo anticipado anteriormente.
En el caso de Francia, la OCDE ha empeorado su pronóstico una décima para este año, hasta el 0,8%, mientras que mantiene la previsión del 1% en 2026. De su lado, Italia crecería un 0,7% en 2025, dos décima menos, y un 0,9% en 2026, tres décimas menos.
Las nuevas proyecciones de la organización con sede en París contemplan también una expansión menos vigorosa de lo esperado de Estados Unidos, con un crecimiento del PIB este año del 2,2%, frente al 2,4% estimado en diciembre, que se moderará sustancialmente en 2026, hasta el 1,6%, medio punto porcentual menos de lo anticipado.
Entre las economías emergentes y en desarrollo, la OCDE ahora espera que China crecerá este año un 4,8%, una décima más de lo previsto en diciembre, mientras que mantiene en el 4,4% la proyección para el año que viene.
Aranceles bilaterales
"Estas proyecciones se basan en el supuesto de que los aranceles bilaterales entre Canadá y Estados Unidos y entre México y Estados Unidos aumentarán en 25 puntos porcentuales adicionales en casi todas las importaciones de mercancías a partir de abril", ha advertido la OCDE al actualizar sus proyecciones macroeconómicas, añadiendo que la actividad sería más fuerte y la inflación más baja en las tres economías si estos aumentos arancelarios fueran menores o se limitaran a una gama más pequeña de bienes.
En cualquier caso, ha subrayado que siguen existiendo riesgos importantes, ya que una mayor fragmentación de la economía mundial "es una preocupación clave", dado que mayores incrementos y más amplios de las barreras comerciales afectarían el crecimiento en todo el mundo y aumentarían la inflación.
En este sentido, una inflación superior a la esperada impulsaría una política monetaria más restrictiva que podría dar lugar a una revalorización abrupta de los precios en los mercados financieros.
Por el contrario, un entorno político más estable reduciría la incertidumbre, y, de alcanzarse acuerdos que reduzcan los aranceles actuales, así como reformas políticas estructurales más ambiciosas podrían fortalecer el crecimiento.
"Un mayor gasto gubernamental en defensa también podría respaldar el crecimiento en el corto plazo, pero potencialmente aumentar las presiones fiscales en el largo plazo", ha apostillado.