La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha certificado su división en dos en relación a si debería seguir subiendo los tipos de interés o si tendría que frenar los incrementos del precio del dinero, según se desprende de las actas de la última reunión del banco central de, que tuvo lugar entre el 29 y el 30 de enero.
En dicha reunión, la autoridad monetaria decidió mantener sin cambios los tipos de interés en un rango objetivo de entre el 2,25% y el 2,50%, ratificando así una pausa que venían defendiendo varios miembros de la Fed desde el cónclave celebrado en diciembre. La Fed aludió a ser "paciente" para observar cómo respondía la economía a las subidas de tipos. Las dudas del mercado están ahora fijadas en qué hará el banco central una vez termine esa pausa.
"Muchos participantes sugirieron que todavía no estaba claro qué ajustes al rango objetivo de los tipos de interés serían apropiados a lo largo del año", se desprende del documento de la Fed publicado este miércoles.
Así, por un lado, "varios" de esos participantes argumentaron que los incrementos en los tipos de interés serían necesarios "solamente si la inflación fuera más alta que el pronóstico base", es decir, que se situará por encima del 2%.
Por otro lado, las actas también recogen que "varios" otros participantes defendieron durante la reunión que, si la economía evolucionaba como se esperaba, sería apropiado seguir elevando el rango objetivo de los tipos de interés en 2019.
Las actas de la reunión de diciembre de la Reserva Federal ya recogieron a varios participantes que defendían una pausa. Sin embargo, entonces todos votaron por unanimidad elevar los tipos de interés en 25 puntos básicos hasta el rango en el que están situados en la actualidad.