Los expresidentes de la Reserva Federal (Fed) de EEUU Paul Volcker, Alan Greenspan, Ben Bernanke y Janet Yellen reclamaron este martes la necesidad de que el banco central permanezca independiente, que no sea presionado con amenazas de despidos y no se degrade su liderazgo por razones políticas.
Volcker, Greenspan, Bernanke y Yellen escribieron una carta abierta al diario The Wall Street Journal donde destacan que "es fundamental preservar la capacidad de la Reserva Federal para tomar decisiones basadas en los mejores intereses de la nación, no los intereses de un pequeño grupo de políticos".
"Estamos unidos en la convicción de que a la Fed y a su presidente se les debe permitir actuar con independencia y según los mejores intereses de la economía, libres de presiones políticas a corto plazo y, en particular, sin la amenaza de despidos o degradaciones de los líderes por razones políticas", comienzan.
"Colectivamente hemos servido a la nación cerca de 40 años y fuimos nombrados y renombrados por seis presidentes, republicanos y demócratas. Cada uno de nosotros ha tenido que tomar decisiones difíciles para ayudar a guiar la economía hacia las metas legisladas de la Fed de empleo máximo y precios estables", continúan.
"En retrospectiva, no todas nuestras elecciones fueron perfectas. Pero creemos que esas decisiones fueron mejores por ser producto no partidista, de valoraciones no políticas, basadas en el análisis de los intereses económicos a largo plazo de los ciudadanos de EE.UU en lugar de ser motivados por fines políticos a corto pazo", recuerdan los últimos expresidentes de la Fed.
En ese sentido, inciden en que el Congreso establece a la Fed como una agencia independiente con participación regional y salvaguardas contra la manipulación política, lo que "no significa que no pueda rendir cuentas".
La misiva llega tras más de un año de continuas críticas por parte del presidente de EEUU, Donald Trump, que van desde acusar al banco central de ser "único problema" de la economía hasta amenazar con el despido de su presidente actual, Jerome Powell, por mantener los tipos de interés altos.
Powell, designado por Trump y que asumió el cargo en febrero de 2018 para un plazo de cuatro años, ha insistido en la independencia de la institución cuyas decisiones, afirmó, se basan exclusivamente en los datos económicos. El pasado 31 de julio, la Fed anunció la primera bajada de tipos en una década.
Los expresidentes apuntaron que tanto presidentes, congresistas, participantes del mercado financiero como ciudadanos exigen que la Fed tome ciertas decisiones, y aseguran que el banco está abierto al diálogo, ya que "un debate público robusto ayuda a mejorar la política monetaria".
No obstante, también sostienen que "incluso la percepción de que las decisiones de política monetaria están motivadas políticamente, o influidas por amenazas de que los legisladores no podrán cumplir sus mandatos, puede minar la confianza del público" y llevar a inestabilidad en los mercados financieros o "peores resultados".
Por último, explican que cuando los mandatos de cuatro años en la presidencia de la Fed llegan a su fin, el presidente (de EE.UU.) puede volver a designarlo o elegir a alguien nuevo, cuya nominación será ratificada por el Senado.
"Esperamos que cuando esa decisión se tome, la elección estará basada en la competencia e integridad del nominado prospectivo, no en su lealtad política o activismo", reclaman los expresidentes.