PImco, la gestora de referencia en la renta fija mundial, lo tiene claro. Por un lado, de por hecho que el Banco Central Europeo (BCE) recortará todavía más los tipos de interés el próximo jueves. Y por otro, duda mucho de que estas medidas surtan efecto e incluso previene del riesgo que implican.
Por partes. Con respecto a los tipos, Andrew Bosomworth, gestor de carteras de Pimco, considera que la entidad presidida por Mario Draghi dejará sin cambios los oficiales, que permanecerian así en el 0% en el que se encuentran desde marzo de 2016, en tanto que reducirá en 10 puntos básicos, del -0,40% al -0,50%, los intereses de la facilidad de depósito.
Reducir más los tipos de la facilidad de depósito expondría a la banca a pagar una mayor penalización por su exceso de liquidez. Para mitigar este impacto adicional, Bosomworth cree que el BCE escalonará ('tiering') esa penalización para que los bancos no tengan que pagar el mismo interés por todo su dinero sobrante.
Al mismo tiempo, el gestor de Pimco anticipa que la institución retomará las compras netas de activos en el mercado, aparcadas en diciembre. En concreto, espera adquisiciones de 30.000 millones de euros al mes por un periodo de seis a nueve meses.
Con estas medidas, el BCE tratará de plantar cara a la evidente ralentización de la economía europea. Ahora bien, Bosomworth recela de la eficacia que la entidad logre con ellas. “La política monetaria está agotada y perdiendo su efectividad”, avisa. Y refuerza esta advertencia con otra: “Nuevos recortes por debajo de la línea del 0% podrían poner en peligro la estabilidad del sistema financiero”.
No es el primero aviso de estas características que Draghi escucha en los últimos días. El miércoles, Christian Sewing, consejero delegado de Deutsche Bank, aseguró que "a largo plazo, estos bajos tipos de interés arruinan al sector financiero".