La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha adelantado que la política monetaria será sometida próximamente a una "revisión estratégica", aunque ha subrayado que esta seguirá prestando apoyo a la economía y respondiendo a los riesgos futuros en línea con el mandato de estabilidad de precios de la institución.

En su primer discurso dentro del ámbito de sus responsabilidades como banquera central de la zona euro, tras su primer acto oficial hace unas semanas en una cena en homenaje del exministro alemán de Finanzas y presidente del Bundestag, Wolfgang Schaeuble, donde evitó hacer referencia a la política monetaria, Lagarde ha reclamado una respuesta común a los desafíos compartidos que debe afrontar la eurozona, lo que debería implicar "un nuevo mix de políticas europeas", incluyendo la política monetaria, pero también la política fiscal.

"La primera es la política monetaria, con la que empiezo porque es mi área de responsabilidad y que se someterá a una revisión estratégica que comenzará en el futuro cercano", ha indicado Lagarde sin entrar en más detalles al respecto.

No obstante, la banquera francesa ha asegurado que la política monetaria seguirá prestando apoyo a la economía y respondiendo a los riesgos futuros en línea con el mandato de estabilidad de precios.

"Vigilaremos continuamente los efectos secundarios de nuestras políticas", ha añadido Lagarde, para quien la política monetaria lograría sus objetivos con más rapidez y menos efectos secundarios "si otras políticas estuvieran contribuyendo junto a ella al crecimiento".

MÁS INVERSIÓN

La ex directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha señalado que la inversión representa un elemento clave en la respuesta a los desafíos de la zona euro, subrayando la oportunidad de "invertir en un futuro común más productivo, más digital y más verde".

En este sentido, la presidenta del BCE ha recordado que la inversión pública de la zona euro se mantiene por debajo de los niveles anteriores a la crisis, con caídas en la inversión productiva, mientras que surgen nuevas necesidades de inversión.

"Incluso cuando los gobiernos necesitan consolidar sus cuentas, tenemos un interés común en mantener niveles suficientes de inversión pública", ha recomendado.

Asimismo, Lagarde ha añadido que una economía doméstica más fuerte también depende de una mayor inversión empresarial, para lo que es importante elevar la productividad, puesto que las firmas necesitan confiar en el crecimiento futuro si van a comprometer capital a largo plazo.

De este modo, la banquera ha subrayado la importancia de que la zona euro gane escala impulsando su mercado interno, para lo que ha instado a completar el mercado único digital, la unión del mercado de capitales y el mercado único del sector servicios, lo que supone también culminar la unión económica y monetaria.

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