Ya estaba tardando. La semana pasada, la Reserva Federal (Fed), el banco central de EEUU, no solo interrumpió la bajada de los tipos de interés para dejarlos en el 1,50-1,75%, sino que también anticipó que no tiene intención de reducirlos más en todo 2020. Teniendo en cuenta que el año que viene no es uno cualquiera, puesto que acogerá unas nuevas Elecciones Presidenciales en noviembre, se echaba en falta una reacción, aunque fuera tibia, del presidente estadounidense, Donald Trump, que ha convertido casi en una costumbre criticar en público a la Fed. Aunque se ha demorado, su reacción ya está aquí.
Como es habitual, lo ha hecho a través de Twitter, su herramienta predilecta a la hora de presionar al presidente de la Fed, Jerome Powell. "Sería muy grande si la Fed bajara más los tipos y [lanzara un programa de] expansión cuantitativa (QE)", ha asegurado.
Es decir, al presidente de EEUU le sabe a poco todo lo que la Fed ha hecho en este 2019, en el que Powell tenía previsto subir más los tipos y los ha acabado recortando en tres ocasiones, además de que la entidad viene dedicando 60.000 millones de dólares al mes a la compra de letras del Tesoro desde mediados de octubre. Sin olvidar las operaciones especiales de financiación que viene realizando desde septiembre para reforzar la liquidez del sistema. Esas compras y estas operaciones han engordado el balance de la Fed a los 4,09 billones de dólares, desde los 3,75 billones de finales de agosto. Vamos, que la Fed ya está poniendo más dólares en circulación. Pero no basta. Trump quiere más.
Trump quiere presentarse a las Elecciones de 2020 como el 'gran héroe americano' de la economía y de Wall Street. De ahí las presiones sobre la Fed. Con ellas despidió 2018. Y con ellas termina 2019... como aperitivo de lo que vendrá en 2020"
El retorno de las medidas expansivas ha sentado de maravilla en Wall Street, donde el Dow Jones camina por encima de los 28.000 puntos por primera vez en su historia y aspira incluso a la conquista del 30.000, pero, de nuevo, Trump quiere más. Y en su tuit explica el motivo: "El dólar está muy fuerte contra otras divisas y no hay casi inflación. Es el momento de hacerlo. ¡Las exportaciones se dispararían!".
Antes de la última reunión de política monetaria de la Fed en 2019, celebrada los días 10 y 11 de diciembre, Trump ya había reclamado a Powell que bajara más los tipos. Y durante todo el ejercicio no ha dejado de presionar al banco central estadounidense para que ejecutara medidas expansivas con las que abaratar el dólar y prolongar el ciclo expansivo de la economia estadounidense, que ya es el mayor de la historia con 125 meses consecutivos de crecimiento.
En su mente, una fecha, la del 3 de noviembre de 2020. Ese día intentará reeditar el triunfo electoral de 2016. Y para ello quiere presentarse como el 'gran héroe americano' de la economía y de Wall Street. De ahí las presiones sobre la Fed. Con ellas despidió 2018. Y con ellas termina 2019... como aperitivo de lo que vendrá en 2020.