La Reserva Federal de EEUU (Fed) ha puesto números al temido repunte de la inflación en la mayor economía del mundo. El banco central estima que este año se alcanzarán cotas del 2,4% al calor de una recuperación económica mucho más ágil de lo que preveía en diciembre. Sin embargo, considera que estas cotas son perfectamente compatibles con su actual plan de estímulos, que mantiene invariable y sin subidas de tipos a la vista hasta 2023.
Este miércoles, el foco indiscutible de estas previsiones estaba en la inflación y el calendario sobre una eventual subida de tipos que evitase el sobrecalentamiento de la economía. Aunque se contempla un salto del IPC hasta el 2,4% este año, también se prevé que el año próximo se regrese al 2,0%.
En tasa subyacente las subidas se limitan al 2,2% para este 2021. Así, se confirma que el gran reto de la Fed será seguir acompañando con estímulos la recuperación de la economía estadounidense sin sobrecalentar demasiado los precios de la cesta de la compra. Algo que, según temen los expertos, se traduciría en un drástico incremento de los tipos de la deuda soberana que pondría en aprietos la remontada acumulada por Wall Street a pesar de la crisis.
Sin subida de tipos en 2021
No obstante, hay que tener en cuenta que la Fed alteró el verano pasado la base de su mandato al introducir en el mismo el concepto de "inflación promedio". Una revolución que presentó en el último simposio de Jackson Hole y dejó desde entonces la puerta abierta a tasas de IPC temporalmente superiores a la marca clave del 2% sin necesidad de corregirla.
En este sentido, el mapa de puntos que muestra las estimaciones para una subida de tipos entre los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) sigue retrasando una subida de tipos hasta 2023. No obstante, ahora son siete los que se decantan por esta opción, dos más que hace tres meses. Y en cotas muy superiores a aquellas.
Si en diciembre solo uno de los banqueros centrales de EEUU se decantó por elevar los tipos a la horquilla entre el 1,00% y el 1,25% dentro de dos años, ahora son dos los que apuntan hacia esta posibilidad. Además, otros tres ven posible la franja entre el 0,75% y el 1,00% cuando a mediados de diciembre ni uno solo se decantaba por esta posibilidad.
Este año nadie contempla incrementos. Por tanto, la tasa oficial de EEUU se mantendrá en mínimos históricos dentro de la horquilla entre el 0% y el 0,25% a los que la Fed la rebajó por sorpresa en marzo de 2020, hace justo un año. De momento, son tres los que ven subidas de tipos ya en 2022, pero hasta un máximo del 0,75%.
Remontada del 6,5% en el PIB
Por lo que se refiere a las proyecciones macroeconómicas, si en diciembre la Fed aguardaba una recuperación del 4,2% para el PIB de EEUU a lo largo de 2021, tres meses después engorda este crecimiento al 6,5%, según recogen las conclusiones del Comité publicadas este miércoles. Además, eleva su pronóstico medio de recuperación económica para el año que viene desde el 3,2% hasta el 3,3%.
Del mismo modo, el banco central estadounidense ha mejorado sus previsiones en cuanto al paro. Del 5% de población sin empleo que se aguardaba hace tres meses al acabar este año, al 4,5% que se vaticina ahora. Ya para 2023 se espera que la tasa de paro caiga en cinco décimas de la cota clave del 4%, que se considera entrada en pleno empleo. Al cierre del año pasado solo se aguardaba un descenso al 3,7%.
Estímulos en vigor
Con estas cifras sobre la mesa, la institución que preside Jerome Powell ha optado por mantener en activo su vigente programa de estímulos. Sin un solo cambio. Como mucho se esperaba un mensaje de mayor concreción sobre la aplicación de las compras de deuda al estilo de lo que hizo el Banco Central Europeo (BCE) la semana pasada, pero no lo ha habido.
Así, seguirán vigentes las compras por hasta 120.000 millones de dólares mensuales en los mercados de deuda. De nuevo, se ha descartado ampliar estas compras hacia activos de mayor duración, por lo que seguirá dedicando 80.000 millones al mes a emisiones del Tesoro de EEUU y otros 40.000 millones en cédulas hipotecarias.
En este sentido, el comunicado emitido este miércoles por el Comité tan solo introduce algún cambio de palabras en su redacción con respecto al de diciembre. Así, a pesar de la sustancial mejoría de previsiones, la institución remarca que "una moderación en el ritmo de la recuperación" y el hecho de que "los sectores más negativamente afectados por la pandemia siguen débiles". Algo que, en su opinión tantas veces defendida, sigue justificando las "condiciones financieras acomodaticias [...] para respaldar la economía y el flujo de crédito a los hogares y empresas estadounidenses".