Lagarde asegura que “evitará movimientos prematuros” en la retirada de estímulos
La presidenta del BCE advierte de que “la variante Delta puede echar abajo la recuperación en el sector servicios”.
22 julio, 2021 15:56Noticias relacionadas
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE) insiste: esta vez la institución irá con pies de plomo a la hora de enfrentar el tapering. Christine Lagarde ha asegurado este jueves que “evitará movimientos prematuros” a la hora de retirar o incluso modular los estímulos desplegados para plantar cara a la crisis de la Covid-19.
Aunque Lagarde ha reconocido que “la economía de la Eurozona se ha recuperado y camina hacia un fuerte crecimiento en el tercer trimestre”, también ha insistido en que las incertidumbres sobre la evolución de la pandemia siguen siendo muchas. Unas declaraciones que, unidas al comunicado de política monetaria emitido este jueves, buscan alejar la sombra de un tropiezo en el manejo de la situación al estilo del cometido por el BCE en 2011.
En esta misma línea de discurso, la presidenta ha asegurado que el organismo esperará evidencias “suficientemente claras, persistentes y duraderas” para comenzar a replegar su arsenal, que de momento se mantiene sin cambios. Eso sí, Lagarde ha reconocido que esta vez no se ha discutido sobre el alcance ni los términos de ninguno de los programas de compra en vigor (APP y PEPP) ni tampoco sobre las subastas de liquidez TLTRO ni otras herramientas concretas.
"Paciencia" y otras claves
Ante esta opción por “la paciencia”, Lagarde ha señalado cuáles serán los factores a los que más atención presten para mover ficha desde Fráncfort. Tras apuntar que “la mayoría de los miembros del Consejo de Gobierno somos economistas, no médicos”, ha comentado que las pistas que la institución seguirá más de cerca serán el empleo, la actividad manufacturera, la evolución del comercio y, por supuesto, la inflación.
En cuanto al encarecimiento de la cesta de la compra, Lagarde ha insistido en que de momento su forma de gobierno por consenso en el BCE está a salvo. Así, ha repetido varias veces que “ha habido unanimidad en la reformulación de la estrategia monetaria y una sobrecogedora mayoría en la calibración de márgenes y orientaciones de futuro”.
De todos modos, desde el BCE se insiste en que el repunte de la inflación de los últimos meses es transitorio y que, por tanto, la continuidad de sus estímulos está más que justificada para llegar al objetivo "simétrico" del 2%, que incluso se baraja rebasar temporalmente, como ha confirmado este jueves. Además, se ha insistido en la voluntad de evitar sorpresas y cambios bruscos en el discurso y la aplicación de sus herramientas.
Con respecto al punto del empleo, al que también la Reserva Federal (Fed) está prestando mucha atención, Lagarde ha señalado que “el número de empleados en programas de protección ha seguido cayendo pero se mantiene alto”. “Especialmente, entre los jóvenes y aquellos con cualificaciones más bajas”, ha remarcado la exministra francesa.
Amenaza de la Delta
Asimismo, Lagarde ha alertado de que el avance de “la variante Delta puede echar abajo la recuperación en el sector servicios” y, específicamente, se ha referido al turismo y la hostelería, tan claves en estas fechas estivales. No obstante, ha indicado que “las condiciones de financiación para la mayoría de empresas y hogares se han mantenido en niveles favorables” desde su última comparecencia hace seis semanas.
Por lo que se refiere a la necesidad de contar con un indicador de inflación que recoja el precio de la vivienda en la Eurozona, la presidenta del BCE ha explicado que ya se ha puesto en contacto con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para que la agencia comunitaria de estadísticas Eurostat atienda esta necesidad.
Mientras el cambio llega, Lagarde ha señalado que se emplearán otras métricas aproximadas ya disponibles y convenientemente ajustadas por la institución. Algo que ya se adelantó en la presentación de la nueva estrategia monetaria de la institución hace exactamente dos semanas.