Debate agónico en el BCE sobre si la subida de tipos debe ser el doble de lo anunciado por Lagarde
La institución ha anunciado que el incremento será de 25 puntos básicos, pero se baraja la posibilidad de que finalmente sea de medio punto.
21 julio, 2022 03:29Debate agónico en el Banco Central Europeo (BCE) sobre si la subida de tipos debe ser el doble de lo anunciado por su presidenta, Christine Lagarde. De 25 puntos básicos -tal y como comunicó en junio- o de 50 -como se ha rumoreado-, la institución acometerá este jueves su primer incremento en 11 años.
El BCE seguirá, por fin, los pasos de la mayoría de principales bancos centrales -prácticamente todos con excepción del Banco de Japón- y subirá sus tipos de interés de referencia. Lo hará, previsiblemente, por igual.
Incrementará tanto el tipo de interés de las operaciones principales de financiación (las subastas semanales), que hasta ahora ha estado en el 0%, como el de la facilidad marginal de crédito (por el que presta a los bancos a un día), que se ha situado en el 0,25%.
También subirá la facilidad de depósito (con el que remunera el exceso de reservas a un día), que se encontraba en el -0,5%. Al estar en negativo, en vez de remunerar, el BCE en realidad ha cobrado a los bancos por el exceso de reservas para animarles a que presten a la economía real.
El instituto emisor ya anticipó en su reunión de junio que llevaría a cabo esta subida. Subrayó que sería de 25 puntos básicos y dejó la puerta abierta a incrementos de mayor cuantía en las siguientes citas.
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Sin embargo, el pasado martes, tras conocerse que la inflación en la eurozona alcanzó el 8,6% en tasa interanual, aparecieron diferentes informaciones que apuntaban a un alza superior.
Así, y según informaron tanto la agencia Reuters como Bloomberg, el Consejo de Gobierno del BCE discute elevar ya los tipos de interés 50 puntos básicos. Los analistas de Ebury no descartan que el ala más dura de la institución -los conocidos como ‘halcones’- terminen ganando la disputa interna.
25 o 50
Pero el aumento del riesgo de recesión en la zona euro vivido en las últimas semanas, especialmente tras la fuerte subida de los precios del gas natural en Europa, puede suscitar algo de cautela entre los responsables del BCE.
Con cierto riesgo de una mayor agresividad, el mercado sigue valorando una subida de tipos de 25 puntos básicos en julio y otras dos de medio punto tanto en septiembre como en octubre, para volver a incrementarlos un cuarto de punto en diciembre. En total, se estiman alzas de 160 puntos básicos para el conjunto del año.
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El endurecimiento de la política monetaria del BCE tendrá su reflejo en los mercados financieros. En el ojo del huracán siguen estando los bonos y las primas de riesgo de los países de la periferia europea.
Solo las perspectivas del inicio del proceso de alzas elevaron la rentabilidad de la deuda de los Estados de la eurozona, tanto en el mercado primario -las nuevas emisiones- como en el secundario -donde se negocian los valores previamente emitidos-.
Bonos
Existe una relación inversa entre el interés y el precio de los bonos, letras u obligaciones públicas, por la que si se incrementa el primero, cae el segundo. “Los inversores prefieren vender sus bonos y comprar nuevas emisiones con una mayor rentabilidad”, explica Darío García, analista de XTB.
A mediados de junio, el interés del bono español a 10 años se disparó hasta rozar el 3%, en tanto que la prima de riesgo superó los 130 puntos básicos. Italia, Portugal o Grecia registraron movimientos similares. Tal fue la subida que el BCE se vio obligado a anunciar su intervención.
Frenó rápidamente los diferenciales gracias a la reinversión de los bonos por valor de 1,7 billones de euros que adquirió para hacer frente a la crisis por la pandemia de coronavirus. Además, anunció la creación de una herramienta para frenar lo que ha denominado fragmentación financiera.
Ahora, debe ofrecer más detalles sobre ese instrumento ‘antifragmentación’. De no hacerlo, advierten en Ebury, “podría ser un gran varapalo para los mercados y, probablemente, provocaría una nueva ampliación de los diferenciales periféricos y un debilitamiento del euro”.
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En este sentido, en AXA Investment Managers esperan que la institución monetaria opte por una forma de “condicionalidad ligera” para la que no sería necesario un “acuerdo formal” entre los países que reciban el apoyo.
En la gestora Pimco no esperan que el BCE señale exactamente su ‘umbral de dolor’ -hasta dónde está dispuesto a permitir que suban las primas-, pero sí anticipan que imponga condiciones menos estrictas que en otros programas, como los de la crisis de 2011 y 2012. En su opinión, podría estar vinculado a alguna forma de cumplimiento del actual mecanismo de la Unión Europea (UE) de nueva generación (NGEU).
Euro
La incertidumbre política reinante en Italia hace que este nuevo instrumento cobre mayor importancia. Si los inversores consideran que será suficiente para aliviar, al menos en parte, la situación en el mercado de bonos, el euro podría beneficiarse.
A pesar de que la estabilidad de la divisa comunitaria no es uno de los mandatos de la institución, algunos expertos apuntan a la posibilidad de que, en el comunicado posterior a la reunión o en la rueda de prensa de Lagarde, la institución intente poner límites a la caída del euro.
La moneda del bloque ha recuperado la paridad frente al dólar después de que la semana pasada la perdiese por primera vez en los últimos 20 años, afectada, entre otras cuestiones, por el retraso del BCE respecto a la Reserva Federal de EEUU (Fed) en lo que a subida de tipos se refiere.
El ciclo de subida de tipos que el BCE inicia este jueves también impactará sobre la renta variable. “Las alzas de las tasas provoca un encarecimiento de los costes de financiación y un enfriamiento de la demanda, lo que perjudica a las bolsas”, advierte Robles. En este escenario, el sector bancario, el inmobiliario y las materias primas suelen tener un comportamiento más positivo que el resto del mercado.