El Banco Central Europeo (BCE) no descarta que la eurozona entre en recesión técnica en los próximos trimestres. Así lo ha señalado Isabel Schnabel, miembro del Comité Ejecutivo de la institución europea, quien ha hecho referencia a una nueva subida de tipos de 0,5 puntos a pesar del riesgo que ello supone para la economía.
Schnabel se ha mostrado favorable a que la institución vuelva a actuar con decisión en la reunión que su Consejo de Gobierno mantendrá en septiembre. Según ha explicado en una entrevista con Reuters, las preocupaciones que había en julio, cuando el banco central decidió acometer una subida de tipos de 50 puntos básicos, "no se han aliviado".
A las declaraciones de Schnabel se han sumado las del gobernador del banco central de Letonia, Martin Kazaks. "Seguiremos aumentando las tasas de interés con el objetivo de no permitir que la inflación se afiance", ha subrayado en una entrevista en la televisión de su país.
"Desde el pasado diciembre, la política monetaria se ha vuelto más restrictiva. En un principio redujimos los programas de compras y en los últimos meses también hemos aumentado significativamente las tasas de interés", ha recordado. En su opinión, para la economía sería más doloroso dejar que la inflación se mantuviera elevada.
En este sentido, Schnabel ha apuntado que es probable que las fuertes presiones inflacionistas se alarguen en el tiempo. Además, ha reconocido que "incluso con la normalización de la política monetaria en curso, llevará algún tiempo que la inflación vuelva al 2%", que es el objetivo del BCE.
Según ha confirmado este jueves la oficina comunitaria de estadística, Eurostat, la tasa de inflación interanual de la zona euro se situó en julio en el 8,9%, frente al 8,6% registrado en el mes anterior.
Este ha sido el mayor encarecimiento de los precios en la región del euro de toda la serie histórica. Supera en más de cuatro veces la meta de la institución presidida por Christine Lagarde.
Recesión técnica
Por si no hubiese sido suficiente señalar un nuevo incremento de tipos de 50 puntos básicos, la economista alemana ha advertido de que existen indicios de que el crecimiento económico va a desacelerarse.
Por ello, "no descartaría que entremos en una recesión técnica, especialmente si el suministro de energía de Rusia se interrumpe aún más".
En este sentido, Schnabel ha señalado que los riesgos a la baja para el crecimiento también han aumentado debido a perturbaciones adicionales del lado de la oferta, provocados por sequías o por los bajos niveles de agua en los principales ríos.
Hasta ahora, la economía de la eurozona ha logrado mantener el ritmo de expansión. Entre abril y junio de este año, el producto interior bruto (PIB) del bloque creció un 0,6% en comparación con el trimestre anterior, una décima más que el crecimiento registrado entre enero y marzo, según los últimos datos de Eurostat.
De este modo, a pesar de que la economía ha demostrado su capacidad de adaptarse, Schnabel ha indicado que el 'shock' de los precios de la energía "es demasiado grande para compensarse por completo".
Sin embargo, Schnabel ha asegurado que no aprecia "ninguna indicación de una recesión prolongada y profunda en este momento". "Ni siquiera está claro que vaya a haber una recesión técnica en la zona del euro. Simplemente no lo descartaría", ha añadido.
Previsiones
En las últimas semanas, a medida que han aumentado las presiones inflacionistas, los mercados han incrementado sus apuestas sobre las subidas de tipos. Ahora, las previsiones apuntan a un alza de 55 puntos básicos en septiembre y un total de 118 puntos básicos hasta finales de año, según recoge Reuters.
Ya tras la reunión que la institución celebró en julio, muchos expertos anticiparon que el paso que el BCE daría en septiembre volvería a ser de medio punto. Es lo que opinan los expertos del banco HSBC, que incluso señalan riesgos de que el alza sea incluso de 75 puntos básicos.
Según sus estimaciones, el BCE incrementará las tasas un cuarto de punto tanto en octubre como en diciembre. A partir de entonces, entienden, el instituto emisor dejará de subir tipos. En ese momento, “la recesión y la disminución de las presiones sobre los precios frenarán el endurecimiento de la política monetaria”.