Liz Truss sale de su residencia oficial para comparecer en el Parlamento en Londres.

Liz Truss sale de su residencia oficial para comparecer en el Parlamento en Londres. Efe

Bancos centrales

El Banco de Inglaterra pondrá fin a sus compras en medio de las críticas y con la deuda británica en máximos del siglo

La rentabilidad del bono a 10 años ha llegado a niveles no vistos desde la crisis financiera, pero la situación de los bonos a mayor plazo es aún peor.

13 octubre, 2022 02:54

El Banco de Inglaterra ha reiterado que el programa de compras de deuda británica de emergencia terminará el próximo viernes. Lo hará en medio de la incertidumbre y de algunas críticas y a pesar de que la rentabilidad de algunos de los bonos de Reino Unido ha alcanzado niveles no se habían registrado en este siglo.

El miércoles existió, durante un momento, la posibilidad de que la institución ampliase sus adquisiciones, tal y como informaba Financial Times. Sin embargo, el Banco de Inglaterra desmintió la información y aseguró que las dará por concluida en la fecha prevista, el 14 de octubre.

Las compras comenzaron el 28 de septiembre. Fue entonces cuando el banco central británico señaló que destinaría 65.000 millones de libras -unos 73.000 millones de euros- a comprar bonos de Reino Unido con el objetivo de frenar las turbulencias desatadas en los mercados ante el plan fiscal anunciado por el Gobierno de Liz Truss, que incluía grandes bajadas de impuestos.

La libra

El plan del Ejecutivo británico provocó que la libra tocase mínimos históricos frente al dólar, al cambiarse a 1,03 ‘billetes verdes’, mientras que el precio de los bonos -o gilt como se conoce a la deuda británica- se desplomó haciendo que sus rentabilidades se dispararan.

El aumento de las rentabilidades generó un gran aumento en las demandas de garantías en liquidez entre los fondos de pensiones del Reino Unido con superposiciones LDI (inversiones impulsadas por pasivos) apalancadas. Esto condujo a una mayor venta de gilts y parecía que se avecinaba un ciclo fatal.

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El Banco de Inglaterra rompió el circuito de volatilidad y estabilizó el mercado. “Lo hizo con una política, aunque temporal, choca con el sesgo restrictivo del banco central -ha subido los tipos de interés en todas las reuniones celebradas desde diciembre- y su deseo de empezar a reducir el tamaño de su balance.

“La causa inmediata de la crisis fue la constatación de que los planes fiscales del nuevo gobierno (expansionistas) también estaban en conflicto con la postura monetaria (endurecimiento)”, explican los analistas de AXA IM. “Ese sigue siendo el caso, lo que significa que no se puede descartar una mayor volatilidad en el mercado de los gilts”, subrayan los mismos expertos.

"Posición peligrosa"

El martes por la noche, en Estados Unidos, el presidente del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, ya subrayó que estos vehículos de inversión tenían "tres días" para arreglar su situación.

La negativa del Banco de Inglaterra a ampliar la adquisiciones tuvo lugar solo un día después de que incluyese en el programa compras de bonos británicos vinculados a la inflación, al entender que continuaba habiendo un "riesgo material para la estabilidad financiera" en el país y "disfunciones" en parte de los fondos de pensiones de Reino Unido.

“El Banco de Inglaterra y el Gobierno se han combinado, sin proponérselo, para colocarse a sí mismos, a la economía británica y, lo que es más dramático, a los mercados financieros del Reino Unido en una posición peligrosa e incierta”, advierten los analistas de la gestora abrd.

Si bien puede debatirse la conveniencia a medio plazo de proporcionar un apoyo fiscal significativo a la economía del Reino Unido, hacerlo en un momento de tanta volatilidad en los mercados y con la inflación todavía en alza, parece obviamente desaconsejable", añaden desde la firma escocesa.

Fondos de pensiones

El lunes, ya introdujo nuevas medidas con ese objetivo, además de para aliviar las presiones de liquidez que enfrentan los fondos LDI. “Sus recientes intentos de hacer frente a la debilidad y la volatilidad de los mercados de activos del Reino Unido, ayudados hábilmente por el impacto pernicioso del exceso de apalancamiento imprudente en el sector, no son más que parches”

'La vieja dama de Threadneedle Street' dará por concluidas las compras especiales de bonos -está previsto que el programa tradicional finalice en noviembre- a pesar de que la libra todavía ronda los 1,10 dólares y de que la rentabilidad de la deuda ha seguido escalando posiciones.

El interés del bono británico a10 años ha llegado a superar el 4,6%, récord de 2008. La situación de la deuda a largo plazo es incluso peor. La rentabilidad de los gilts a 20 y 30 años han superado el 5% -al llegar al 5,195% y el 5,1%, respectivamente- por primera vez desde que el Banco de Inglaterra comenzó a comprar estos activos. Han alcanzado niveles previos al año 2000.

Diferentes agentes del mercado han pedido de que las compras del Banco de Inglaterra se alarguen al menos hasta el 31 de octubre. Será en ese momento cuando el ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, detallará su estrategia económica. Ha tenido que adelantar la fecha, anteriormente fijada el 23 de noviembre.

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Por su parte, la primera ministra británica aseguró este miércoles que no recortará el gasto público a fin de enjugar la deuda que generará su controvertido plan de crecimiento basado en grandes recortes de impuestos.

Según informó la agencia Efe, la jefa del Gobierno mantuvo que conseguirá el objetivo de reducir "a medio plazo" la deuda neta en relación con el producto interior bruto (PIB) simplemente asegurándose "de que el dinero público se gasta bien".