El Banco Central Europeo (BCE) podría ralentizar el ritmo de subidas de tipos de interés en la reunión que mantendrá el próximo 15 de diciembre. Cada vez más miembros de su Consejo de Gobierno estarían a favor de un aumento de 50 puntos básicos, lo que supondría dejar a un lado las alzas de 75 puntos básicos ejecutadas en las últimas dos citas.
Y todo ello, a pesar de que la inflación marcó un nuevo máximo histórico del 10,6% en la eurozona en octubre, frente al 9,9% registrado en septiembre, impulsada por la escalada de los precios de la energía y de los alimentos, según los datos publicados este jueves por Eurostat.
La oficina estadística comunitaria ha rebajado en una décima la estimación inicial del 10,7% que adelantó el pasado 31 de octubre. España es el segundo país con menor subida de precios entre los 27 (7,3%).
Al mismo tiempo, la inflación subyacente (que excluye precisamente los elementos más volátiles, la energía y los alimentos) también sube del 4,8% en septiembre al 5% en octubre.
En cualquier caso, y según informa Bloomberg, las discusiones llevadas a cabo en el seno del Consejo de Gobierno de la institución sugieren falta de apoyo para un nuevo movimiento de tres cuartos de punto y, salvo por otro aumento sorpresa de la inflación, el consenso bien podría favorecer un paso menos agresivo.
75 o 50
Entre las razones citadas para no elevar el precio del dinero 75 puntos básicos por tercera reunión consecutiva se encuentran los recientes riesgos de recesión y la posibilidad de que las presiones inflacionistas se debiliten, subraya la publicación citando a varias fuentes conocedoras del debate.
Asimismo, un aumento de medio punto en la tasa de facilidad de depósito la situaría en el 2%, en torno al nivel neutral, aquel que ya no estimula la economía pero sin dañarla en exceso.
El BCE ha incrementado los tipos de interés 200 puntos básicos en tres reuniones, a razón de medio punto porcentual en julio y tres cuartos en septiembre y noviembre. Es decir, lo ha hecho en solo tres meses. Se trata, por tanto, del ciclo de incrementos más agresivo de su historia.
El tipo de interés general ha subido al 2%. La facilidad marginal de crédito -lo que pagan los bancos por la financiación a un día- ha aumentado al 2,25%; mientras que la facilidad de depósito -la remuneración de las entidades por aparcar su dinero en Fráncfort- se ha incrementado al 1,5%.
Halcones y palomas
A pesar de que la institución -tanto su presidenta, Christine Lagarde, como otros miembros- ha dejado claro su compromiso con la reducción de la inflación en innumerables ocasiones, el tono usado en la última conferencia de prensa fue más cauto y menos agresivo que en reuniones anteriores.
Después de la misma, gestoras y bancos de inversión comenzaron a señalar que el siguiente paso del BCE sería de medio punto porcentual y que el mismo serviría como transición hacia alzas de 25 puntos básicos a principios de 2023.
Algunos miembros del BCE considerados como halcones -aquellos que están más a favor de las políticas restrictivas- como el gobernador del Banco de Austria, Robert Holzmann, o el presidente del Bundesbank alemán, Joachim Nagel, no han hecho comentarios al respecto.
Sus colegas de Estonia y Letonia, regiones que sufren una galopante inflación, han citado tanto los 50 como los 75 puntos básicos como posibles incremento, sin expresar una preferencia concreta.
Algunas palomas -como se conocen a los partidarios de una política monetaria más flexible- sí han dejado entrever la posibilidad de un aumento de medio punto en diciembre. Es el caso del gobernador del Banco de Francia, François Villeroy de Galhau, quien predijo el miércoles que el BCE probablemente subirá los tipos a un "rango de normalización" de alrededor del 2% el próximo mes, un comentario que apunta a un alza de 50 puntos básicos.
Su homólogo italiano, Ignazio Visco, subrayó también el miércoles “la necesidad de continuar con la política monetaria restrictiva es evidente, aunque las razones para seguir un enfoque menos agresivo están ganando terreno". Las expectativas de inflación a largo plazo en la zona euro están "ancladas", añadió.
Balance
Casi al mismo tiempo, otro de los considerados como palomas, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, señaló que el BCE aún tiene que endurecer su política monetaria, pero apuntó que la institución debe proceder con cautela y contar con una mayor probabilidad de recesión.
"Dada la elevada incertidumbre existente sobre las perspectivas de crecimiento e inflación, el nivel concreto que pueden tener que alcanzar los tipos de interés para ser compatibles con este objetivo es incierto, ya que dependerá por completo de los datos y puede cambiar con el transcurso del tiempo", subrayó en un evento financiero celebrado en Madrid.
Hasta que los miembros del Consejo se reúnan a mediados de diciembre se conocerán varias referencias de calado, como el dato de inflación de noviembre, que se publicará el próximo día 30.
Además, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ya habrá celebrado su último encuentro del año, en el que también podría optar por un aumento de 50 puntos básicos.
El gobernador del Banco de España también dijo que la reducción del balance en la zona del euro debe ser "muy gradual y predecible". Según menciona Bloomberg en la citada información, los miembros del BCE también están inmersos en las negociaciones para comenzar a deshacerse de parte de sus activos.