La respuesta de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) a la crisis bancaria del país no se ha hecho esperar. La institución ha lanzado un plan de financiación de emergencia para que los bancos puedan satisfacer las necesidades de todos los depositantes, evitando así cualquier tipo de contagio tras la caída del Silicon Valley Bank.

Así, el banco central estadounidense ha anunciado que ofrecerá financiación extra para las instituciones de depósito elegibles con el objetivo de "ayudar a garantizar que los bancos tengan la capacidad de satisfacer las necesidades de todos sus depositantes". 

Según la institución, esta medida "reforzará" la capacidad del sistema bancario para salvaguardar los depósitos y garantizar la provisión continua de dinero y crédito a la economía.

[Silicon Valley Bank: las 48 horas que desataron la mayor quiebra bancaria de Estados Unidos desde 2008]

Asimismo, el banco central estadounidense ha asegurado que está preparada para hacer frente a cualquier presión de liquidez que pueda surgir y ha defendido que las posiciones de capital y liquidez del sistema bancario estadounidense "son sólidas y el sistema financiero de Estados Unidos es resistente".

Según ha explicado la Fed, esta financiación adicional estará disponible a través de la creación de un nuevo Programa de Financiamiento a Plazo Bancario (BTFP, por sus siglas en inglés), que ofrecerá préstamos de hasta un año de duración contra bonos del Tesoro de Estados Unidos, deuda de agencias y valores respaldados por hipotecas, así como otros activos calificados como garantía, que serán valorados a la par.

Esto significa que, a pesar de que estos bonos acumulan pérdidas -provocadas por las subidas de los tipos de interés llevadas a cabo por la Fed- se le asignará el valor que tendrían a vencimiento, sin reflejar las mencionadas caídas.

De esta forma, la Fed permitirá que los bancos obtengan financiación sin tener que vender su cartera de deuda. Y esto a su vez evitará que las entidades materialicen las pérdidas sufridas.

"El BTFP será una fuente adicional de liquidez contra valores de alta calidad, eliminando la necesidad de una institución de vender rápidamente esos valores en tiempos de estrés", ha explicado la Fed.

"Esta acción impulsará la capacidad del sistema bancario de salvaguardar los depósitos y asegurará la continuidad de la provisión del dinero y del crédito en la economía", subraya la Fed.

25.000 millones

El Departamento del Tesoro pondrá a disposición hasta 25.000 millones de dólares (unos 23.482 millones de euros) del Fondo de Estabilización Cambiaria como salvaguarda para el BTFP. Sin embargo, tal y como ha explicado la Fed, el banco central estadounidense no espera tener que recurrir a esos fondos.

Según explican los analistas de Jefferies “una de las mayores revelaciones sobre el fracaso de Silicon Valley Bank para conseguir capital fue el impacto de las subidas de los tipos de interés acumuladas durante el último año en sus carteras de valores".

En su opinión, el plan de la Fed “reduce drásticamente el riesgo de un mayor contagio".

La institución presidida por Jerome Powell hizo público este plan después de que el propio banco central estadounidense, el Departamento del Tesoro y la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) anunciaron en un comunicado que los clientes tendrán acceso a partir de este lunes a todo el dinero depositado en el SVB.

Gracias a esta medida los contribuyentes "no asumirán las pérdidas" del banco y se protegerá los depósitos para "brindar acceso al crédito por parte de hogares y empresas", subrayaron los tres organismos.

Caída del SVB

El banco Sillicon Valley, con sede en California, anunció el miércoles pasado que iba a buscar una ampliación de capital para tratar de hacer frente a sus dificultades financieras, que le habían llevado a deshacerse de inversiones por valor de unos 21.000 millones de dólares, con una pérdida de unos 1.800 millones.



Ese anuncio llevó a muchos clientes a retirar sus fondos, tras lo que los reguladores tuvieron que cerrar el banco el viernes por falta de liquidez, y posteriormente se hundió la cotización bursátil de la compañía, lo que a su vez afectó al sector bancario en general, tanto en Estados Unidos como en otros países. 




Los reguladores también anunciaron el cierre este domingo de Signature Bank, de Nueva York, y prometieron que se aplicará el mismo plan para que se reembolse a los clientes todo el dinero depositado. En cambio, los accionistas y algunos tenedores de deuda no estarán protegidos por estas medidas.