Bruselas

La representante alemana en el directorio del Banco Central Europeo, Isabel Schnabel, señala que habrá más subidas de los tipos de interés debido a la "incertidumbre" sobre la persistencia de la inflación. Schnabel -considerada como uno de los 'halcones' más duros en el Consejo de Gobierno- sostiene que el hecho de que la inflación subyacente haya tocado techo "no es suficiente para declarar victoria".

La mayoría de los expertos anticipan que el BCE subirá los tipos un cuarto de punto en su próxima reunión del jueves 15 de junio, hasta situar el tipo general en el 4%. También dan por descontado otro incremento similar en la reunión de julio. La incógnita ahora es si el Consejo de Gobierno hará entonces una pausa o seguirá endureciendo la política monetaria después del verano.

"Durante el último año, el BCE ha aumentado los tipos de interés a un ritmo rápido, ¿cuándo podremos ver una pausa en los incrementos?", le preguntan a Schnabel en una entrevista en el periódico belga De Tijd. "Teniendo en cuenta la elevada incertidumbre sobre la persistencia de la inflación, los costes de hacer demasiado muy poco continúan siendo mayores que los costes de hacer demasiado", responde la banquera.

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"El motivo es que una vez que la inflación se enquista en la economía, resulta mucho más costoso combatirla. Nos queda más camino por recorrer. Dependerá de los últimos datos que nos lleguen en cuánto más los tipos de interés tendrán que subir", argumenta Schnabel

Los mercados esperan dos subidas adicionales de 25 puntos básicos cada una, ¿es eso realista? "Eso dependerá de los datos entrantes. Permítanme ser muy clara: un pico en la inflación subyacente no sería suficiente para declarar victoria. Necesitamos ver pruebas convincentes de que la inflación vuelva a nuestro objetivo del 2% de manera sostenida y en el plazo debido. Todavía no estamos en ese punto", contesta la representante alemana en el directorio del BCE.

Schnabel admite que el endurecimiento de la política monetaria por parte del BCE se está trasladando a la economía real, con un impacto máximo que se espera para 2024. "No obstante, hay una gran incertidumbre sobre la fuerza y la velocidad de este proceso. Es más, dada la actual escasez de trabajadores, podría esperarse que la transmisión de la política monetaria sea más débil de lo previsto. Finalmente, los créditos con tipos fijos durante largos periodos se han vuelto más frecuentes. Como resultado, puede llevar más tiempo que antes ver el impacto de nuestra política", alega.