454 días y un aumento de 500 puntos básicos después, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha pausado las subidas de los tipos de interés. Así, y tal y como se esperaba, el banco central estadounidense ha decidido mantener las tasas de referencia en el rango de entre el 5% y el 5,25%.
Después de haber elevado los tipos sin descanso en las diez reuniones anteriores, la institución presidida por Jerome Powell ha presionado este miércoles el botón de pause de su ciclo de incrementos más agresivo desde la década de los 80.
Tras errar el tiro en su diagnóstico sobre la inflación -tardó meses en reconocer que no era transitoria-, los aumentos de los tipos de interés comenzaron en Estados Unidos en marzo de 2022. Fue entonces cuando la Fed elevó el precio del dinero 25 puntos básicos.
Tras volver a subir los tipos en mayo, en esta ocasión 50 puntos básicos, el banco central decidió en junio dar un paso más en su lucha contra la inflación e incrementarlos de nuevo, aunque en este caso aún más: 75 puntos básicos. En total, elevó las tasas en esta proporción en cuatro encuentros consecutivos.
La Fed levantó el pie del acelerador en diciembre, cuando optó por incrementar los tipos 50 puntos básicos, y decidió reducir una marcha más en febrero, marzo y mayo al aumentarlos sólo 25 puntos básicos en cada una de esas reuniones.
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La relajación del ritmo de las subidas coincidió con la incertidumbre desatada en el sistema bancario del país a consecuencia de la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank, además de por el posterior rescate de First Republic Bank, todos ellos bancos regionales medianos.
Ahora los miembros del Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés) han decidido pausar las alzas. Los responsables de política monetaria han tomado esta determinación -por unanimidad- en un momento en el que la inflación estadounidense parece controlada, aunque todavía lejos del 2%, el objetivo que a medio plazo tiene fijado el banco central.
"Mantener estable el rango objetivo en esta reunión le permite al Comité evaluar información adicional y sus implicaciones para la política monetaria", han explicado los responsables de política monetaria en el comunicado posterior a la reunión.
"Para determinar el grado de endurecimiento adicional de la política que puede ser apropiado para devolver la inflación al 2% el Comité tendrá en cuenta el endurecimiento acumulativo de la política monetaria, el retraso con los que la política monetaria afecta la actividad económica y la inflación, y los factores económicos y financieros", subrayan.
Inflación
Desde que la inflación alcanzó el 9,1% en junio de 2022 -niveles no vistos desde 1981-, todos los meses se ha moderado en Estados Unidos. En julio la tasa se situó en el 8,5%; en agosto, en el 8,3%; en septiembre, en el 8,2%; en octubre, en el 7,7%; en noviembre, en el 7,1%, y en diciembre, en el 6,5%.
La misma tónica se ha mantenido en los primeros cinco meses de 2023. En enero la inflación se rebajó al 6,4%, para volver a moderarse al 6% en febrero, al 5% en marzo y al 4,9% en abril. En mayo el índice de precios al consumo (IPC) de Estados Unidos se suavizó al 4%. Fue la tasa menos elevada desde marzo de 2021.
Crecimiento
Frente a la moderación de la inflación, los miembros de la Fed reconocen que "es probable que las condiciones crediticias más estrictas para los hogares y las empresas pesen sobre la actividad económica, la contratación y la inflación". El alcance de estos efectos sin embargo "sigue siendo incierto", explican en el comunicado posterior a la cita de este miércoles.
Por ahora, la primera potencia mundial ha evitado el escenario de recesión que pronostican muchos analistas y expertos a consecuencia del endurecimiento de las condiciones crediticias.
A pesar de ello, lo cierto es que su crecimiento se enfría. Así lo demuestra que el producto interior bruto (PIB) subiese un 0,3% en el primer trimestre del año respecto a los tres meses anteriores y un 1,3% en comparación con el mismo periodo de 2022.
El crecimiento fue tres décimas y 1,3 puntos, respectivamente, inferior al registrado entre octubre y diciembre de 2022, es decir, durante el trimestre inmediatamente precedente.
Más altos, más tiempo
Además de pausar las subidas de los tipos de interés, los miembros del FOMC han actualizado sus estimaciones sobre la evolución de los tipos de interés, así como sus previsiones económicas.
El diagrama de puntos o dot plot -el gráfico en el que los responsables de la política monetaria reflejan sus perspectivas sobre las tasas de referencia- ha cambiado respecto a la publicación de marzo, haciendo patente uno de los mantras más repetidos por los miembros de la Fed: “tipos más altos durante más tiempo”.
Así, los miembros de Fed la estiman de media que los tipos de interés terminarán 2023 en el 5,6%, frente al 5,1% previsto en marzo. Para 2024 los ven en el 4,6% y para 2025 en el 3,4%, frente al 4,3% y el 3,1% de hace tres meses.
La proyección central del instituto emisor apunta a que los tipos de interés se situarán en 2023 entre el 5,4% y el 5,6%, frente al rango de entre el 5,1% y el 5,6% de marzo.
Para 2024, la previsión es que la horquilla esté entre el 4,4% y el 5,1%, frente al pronóstico anterior del 3,9% y el 5,1%. En 2025 esperan que las tasas se sitúen entre el 2,9% y el 4,1%, desde el 2,9% y el 3,9% contemplado con anterioridad.
Como ya sucedía en marzo, existe una gran disparidad entre los distintos miembros. De esta forma, las previsiones para 2023 van del 5,1% al 6,1%; las de 2024 del 3,6% al 5,9% y las de 2025 del 2,4% al 5,6%.
Las bajadas, en 2024
Todo ello implica que al banco central estadounidense podría volver a elevar los tipos de interés, incluso en dos ocasiones, antes de que concluya el ejercicio. Los recortes no llegarán al menos hasta 2024.
En esta reunión, y “considerando lo rápido y lejos” que ha llegado la Fed, Powell ha considerado que lo prudente era mantener los tipos de interés estables, según ha explicado en la rueda de prensa posterior al encuentro.
En ella el banquero central también ha señalado que todos los responsables de política monetaria consideran apropiada una nueva subida de tipos este año, ya que, a pesar de que “la inflación se ha moderado algo”, “aún queda mucho camino por recorrer”.
Sin embargo, ha puntualizado que “las proyecciones de la Fed no son un plan” establecido. La institución continuará tomando sus decisiones reunión a reunión.
En este sentido, ha subrayado que “puede ser razonable que los tipos se muevan al alza, pero a un ritmo más moderado”. Respecto a lo que sucederá en julio, cita para la que el mercado descuenta un nuevo aumento de los tipos, los responsables de política monetaria no se han pronunciado.
Previsiones
En cuanto a la evolución macroeconómica, la Fed ha mejorado sus perspectivas de crecimiento para 2023, mientras que ha elevado las de inflación.
Así, la institución espera que el PIB de Estados Unidos suba un 1% en 2023. El crecimiento es seis décimas superior al esperado en marzo. Para 2024 contempla un aumento del 1,1% y del 1,8% para 2025. En ambos casos son una décima inferior a lo previsto hace tres meses
En el caso de las subidas de los precios, la Fed estima que la inflación, medida a través de su indicador favorito, se moderará al 3,9% este ejercicio, frente al 3,6% esperado hace tres meses. La institución ha mantenido sin cambios sus previsiones para 2024, en el 2,5%, y ha elevado una décima la de 2025, al 2,2%.
Por último, la Fed ha reducido cuatro décimas la tasa de paro que espera para 2023, al 4,1%, y en una décima la anticipada para los dos próximos años, al 4,5%.