Hasta hace unas semanas el mercado esperaba que las bajadas de tipos -tanto del Banco Central Europeo (BCE) como de la Reserva Federal (Fed)- diesen inicio en marzo. Las posibilidades otorgadas superaban holgadamente el 50%. Sin embargo, en los últimos días ese porcentaje se ha ido reduciendo y las previsiones apuntan a junio como el momento en el que comenzarán a disminuir las tasas de referencia en las dos regiones.
A pesar de este retraso, los analistas advierten de que el riesgo reside ahora en que las bajadas del precio del dinero sean más agresivas de lo anteriormente estimado debido a la moderación de la inflación.
Así, según datos de Refinitiv, las previsiones apuntan a que, tras la reunión que este jueves mantendrán los miembros del Consejo de Gobierno del BCE, los tipos de interés de la eurozona se seguirán en los niveles actuales, es decir, en el 4% en el caso de la facilidad de depósito.
Eso no ha cambiado, ya que el mercado no esperaba ninguna novedad de este encuentro. Sin embargo, las posibilidades de que el inicio de los recortes tenga lugar en marzo se han reducido hasta el 17%. A mediados de diciembre superaban el 70%.
Las probabilidades de que la institución que preside Christine Lagarde baje los tipos en abril también han mermado. Ahora rondan el 65%, mientras que hace algo más de un mes superaban el 93%. Y sucede lo mismo con el encuentro de junio, a pesar de que todavía se mantienen cerca del 100%.
En verano
La semana pasada, en una entrevista a Bloomberg TV en el marco del Foro de Davos, Lagarde apuntó que, en ausencia de cambios significativos en los datos, resulta probable que el BCE alcance el consenso necesario para bajar los tipos de interés en verano. Sus palabras contrastan con anteriores declaraciones en las que había afirmado que aún no se había discutido esa posibilidad.
Junio es, por tanto, la nueva fecha señalada. Los analistas de Bank of America han mantenido su opinión de que el primer recorte de 25 puntos básicos por parte del BCE tendrá lugar entonces, ya que el también supervisor bancario querrá "ver los datos de primavera sobre beneficios, salarios e inflación".
Comparten opinión con los expertos de DWS. En la gestora alemana consideran que "hay razones de peso para un primer recorte en junio de 2024, momento en el que los datos sobre la evolución salarial del primer trimestre también deberían estar disponibles y habrá más claridad sobre la tendencia de la inflación".
Las posibilidades de que la Fed baje los tipos de interés en marzo también han disminuido, aunque no de forma tan drástica. Así, los inversores dan ahora una probabilidad del 49% a que la institución que preside Jerome Powell decrete un recorte de las tasas antes de que termine el primer trimestre de 2024. En diciembre superaban el 60%.
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Asimismo, las probabilidades de que el descenso tenga lugar en mayo han bajado al 89%, y de que se dé en junio al 99%. "Estimar cuánto tiempo exactamente esperarán los bancos centrales [a reducir el precio del dinero] es más un arte que una ciencia", apuntan los analistas de Pimco.
A pesar de esta afirmación, los economistas de la firma estadounidense sí advierten de que "la consecuencia de un retraso en la política monetaria es que, cuando los bancos centrales empiecen a recortar los tipos, esos recortes podrían ser más agresivos de lo que anticipan los mercados". El mercado espera que el BCE recorte las tasas 125 puntos básicos en 2024 y que la Fed los reduzca 150.
Más agresivos
"Esto refleja en parte la dificultad de los analistas a la hora de predecir una recesión y la tendencia de los bancos centrales de no reducir los tipos hasta estar bastante seguros de que la economía ha entrado en recesión y el desempleo tiende al alza", añaden.
Según su estudio, basado en 140 ciclos de endurecimiento monetario en 14 mercados desarrollados desde la década de 1960 hasta la actualidad, los bancos centrales han tendido a recortar los tipos de referencia 500 puntos básicos, de media, cuando sus economías se adentraban en una recesión.
Durante los ciclos de relajación monetaria que no coincidieron con una recesión, los bancos centrales recortaron los tipos 200 puntos básicos de media en el primer año de relajación. La cifra mencionada más que duplica el ritmo de recortes de 25 puntos básicos cada dos reuniones proyectado por el Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés).
Los analistas de Bank of America también advierten de que en el caso del BCE, "dada la rápida desinflación, los riesgos apuntan a una actuación más rápida" una vez den inicio los descensos. Están "cada vez más nerviosos ante la posibilidad de que los datos obliguen" a la institución "a recortar una vez en cada reunión posterior, en lugar de trimestralmente". No esperaban tal ritmo hasta 2025.
Los expertos de DWS se desmarcan de las previsiones de recortes de tipos rápidos y significativos del instituto emisor de la eurozona. "Como el BCE quiere evitar errores a toda costa", mantienen su opinión de bajadas graduales en 2024.