El BCE apunta a una bajada de tipos en junio sin esperar a la Reserva Federal
El mercado prevé ahora que el giro de la política monetaria en Estados Unidos tenga lugar en julio o septiembre.
12 abril, 2024 02:17La Reserva Federal (Fed) comenzó a aumentar los tipos de interés en marzo de 2022. El Banco Central Europeo (BCE) inició los incrementos cuatro meses después. Lo que ha sucedido en este ciclo de subidas no es una excepción: la institución estadounidense suele llevar la voz cantante en la política monetaria. Sin embargo, en esta ocasión puede suceder lo contrario.
El BCE podría comenzará a reducir el precio del dinero en junio, mientras que la Fed se vería obligada a mantener las tasas de referencia en niveles elevados durante aún más tiempo. Así, al menos, lo anticipa el mercado.
Las previsiones de los inversores sobre la hoja de ruta de la Reserva Federal han cambiado radicalmente en unas pocas semanas. El esperado descenso del dinero en Estados Unidos, también previsto para junio, ha quedado prácticamente descartado.
Ahora el mercado da un 47% de posibilidades a que la institución que preside Jerome Powell recorte los tipos de interés en julio. Las probabilidades de que el descenso tenga lugar en septiembre crecen hasta el 69%.
Asimismo, el mercado ha reducido sus estimaciones sobre las bajadas que la Fed ejecutará en 2024. De esta forma, ahora espera un recorte conjunto de unos 42 puntos básicos. Es decir, entre uno y dos descensos si se toma como referencia el movimiento más utilizado, en cualquier dirección, por los bancos centrales: 25 puntos básicos.
Inflación y PIB
Por el contrario, el mercado descuenta con una probabilidad del 73% que el BCE reduzca los tipos de interés en su próximo encuentro. A los expertos de AXA IM les "sorprende un poco" que dicha bajada "no se haya descontado por completo", pero creen que algunos inversores todavía no están admitiendo que el guardián del euro pueda recortar las tasas de referencia antes que la Fed.
En la cita de este jueves, los miembros del también supervisor bancario casi telegrafiaron dicho movimiento. El Consejo de Gobierno actualizó la declaración de política monetaria para indicar implícitamente el deseo de iniciar el ciclo de recorte de tipos en la reunión de junio. "Esta mejora de la orientación futura envía una clara señal de relajación en cuanto al inicio del ciclo de recortes", consideran en Fidelity Internacional.
De hecho, en las discusiones mantenidas en el seno del BCE, algunos de sus miembros se mostraron a favor de un descenso ya en abril debido a la moderación de la inflación en el bloque del euro. Se suavizó al 2,4% en marzo.
El reducido crecimiento económico de la región, del 0,1% en el cuarto trimestre de 2023 respecto al anterior, también inclina la balanza a favor de la normalización monetaria.
Así, la situación del BCE difiere por completo de la Fed. Los dos últimos indicadores sobre el nivel de los precios en el país, así como las sólidas cifras de empleo, han disparado las alarmas.
El índice de precios de gastos de consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés), que es el indicador favorito de la Fed para medir la inflación, repuntó una décima en febrero, al 2,5%. La variable subyacente -que excluye de su cálculo los alimentos frescos y la energía por su volatilidad- se moderó una décima, al 2,8%.
De forma similar, el índice de precios al consumo (IPC) se elevó en marzo por tercer mes consecutivo. En este caso, la tasa general creció tres décimas, al 3,5%, mientras que la subyacente se mantuvo inalterada en el 3,8%.
"El repunte de la inflación en EEUU y la posibilidad de que se vuelva a retrasar los primeros recortes no influirán en la decisión del BCE", destacan los analistas de XTB. Tal y como consideran en Columbia Threadneedle Investments, la institución europea "ha decidido claramente que fijará su política monetaria en función de las condiciones internas y no de consideraciones internacionales".
El euro
El posible adelanto del BCE en la reducción de tipos respecto a la Reserva Federal representa una inversión de los patrones históricos, donde tradicionalmente el banco central estadounidense ha liderado los ajustes de política monetaria.
Sin antecedentes en la historia de la institución europea, "este cambio plantea interrogantes sobre los riesgos potenciales para el BCE, aunque la situación macroeconómica actual sugiere que cualquier riesgo estaría moderadamente contenido", considera Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad.
Para los expertos de Mirabaud Securities, que dan por hecho que el BCE dará el sorpasso a la Fed en junio, el freno a los banqueros europeos más allá de esa fecha lo pondrá el impacto que el cambio de la política monetaria tenga en el euro. "El número de recortes se verá limitado en cierta medida por el efecto divisa", indican.