Bruselas

La inflación de la eurozona se mantuvo estable en el 2,4% en abril, mientras que en España subió una décima hasta el 3,4%, situándose ya un punto por encima de la media comunitaria, según las cifras definitivas publicadas este viernes por Eurostat. Hace un año, el nivel de precios de la eurozona estaba en el 7%.

En el conjunto de la Unión Europea, la inflación interanual también se mantuvo estable en el 2,6% en abril. Un año antes, la tasa era del 8,1%.

Por su parte, la inflación subyacente -que excluye energía, alimentos, alcohol y tabaco, los elementos más volátiles- sí que se redujo desde el 2,9% en marzo hasta el 2,7% en abril. Este es un indicador estructural clave para el Banco Central Europeo (BCE) a la hora de decidir sobre los tipos de interés.

Eurostat

Con estos nuevos datos, España es ya el quinto país de la UE con una inflación más elevada, empatado con Austria. En abril, los Estados miembros con mayor presión de precios fueron Rumanía (6,2%), Bélgica (4,9%), Croacia (4,7%) y Hungría (3,6%).

En el extremo contrario de la clasificación, las menores tasas de inflación se registraron en Lituania (0,4%), Dinamarca (0,5%) y Finlandia (0,6%).

El mes pasado, la mayor contribución a la tasa de inflación anual de la eurozona provino de los servicios (+1,64 puntos porcentuales), seguidos de alimentos, alcohol y tabaco (+0,55), bienes industriales no energéticos (+0,23) y energía (-0,04 puntos porcentuales).

La ruptura de la trayectoria descendente de la inflación pone a prueba la determinación del Banco Central Europeo (BCE) de iniciar la bajada de tipos de interés. Los analistas dan por descontado que la institución dirigida por Christine Lagarde ejecutará un primer recorte de 0,25 puntos en la reunión del próximo 6 de junio.

Lo que no está claro es cuál será después el ritmo de descenso del precio del dinero. Lagarde ya ha dejado claro que no va a comprometerse de antemano y que decidirá reunión a reunión según los datos que vayan llegando.

Por su parte, la representante alemana en el directorio del BCE, Isabel Schnabel, asegura en una entrevista a Nikkei que "según los datos actuales, no parece justificado un recorte de tipos en julio". Schnabel defiende seguir un "enfoque cauteloso" porque persisten los "riesgos al alza" para la inflación. "Los datos recientes han confirmado que el último kilómetro de la desinflación es el más difícil", alega.

"Debemos actuar con cautela. Debemos examinar los datos con mucha atención porque existe el riesgo de una flexibilización prematura. Y debemos darnos tiempo suficiente para ver qué está pasando", sostiene Schnabel, que apuesta por un ritmo lento o muy lento de bajadas de tipos.

En sus previsiones económicas de primavera publicadas el pasado miércoles, la Comisión Europea señala que los mercados creen que el ritmo de los recortes se ralentizará "debido principalmente a una mayor persistencia de las presiones inflacionistas subyacentes". Para este año se esperan únicamente tres bajadas de 0,25 puntos, en lugar de las 6 que se pronosticaban en invierno.