La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde

La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde BCE

Bancos centrales

El BCE recorta 25 puntos básicos los tipos de interés y efectúa un ajuste técnico para reducir la volatilidad

La institución dirigida por Christine Lagarde mueve ficha por la caída de la inflación y la ralentización del crecimiento en la eurozona.

12 septiembre, 2024 14:16
Bruselas

Tras la pausa cautelar de julio, el Banco Central Europeo (BCE) ha reanudado este jueves la desescalada de tipos de interés ejecutando un segundo recorte en la tasa general, hasta situarla en el 3,65%. Se trata de una bajada de 60 puntos básicos que responde a una reducción de 25 puntos básicos decidida hoy por el BCE, sumada a otra de 35 puntos básicos que corresponde al ajuste técnico realizado para reducir los diferenciales entre los tipos de crédito y el de depósito.

De hecho, la tasa de la facilidad de depósito -la remuneración a las entidades por aparcar su dinero en Fráncfort, que se ha convertido en la nueva referencia- baja un cuarto de punto, hasta el 3,5%.

La institución dirigida por Christine Lagarde decide mover ficha tras constatar que la inflación de la eurozona sigue bajando y se acerca ya al objetivo del 2% equivalente a la estabilidad de precios.

Al mismo tiempo, el crecimiento volvió a ralentizarse en el segundo trimestre del año debido, entre otros factores, al peso de los altos tipos de interés.

En este sentido, el BCE ha recortado ligeramente a la baja (en una décima) sus previsiones de crecimiento, hasta situarlas en el 0,8% para 2024, 1,3% en 2025 y 1,5% en 2026. En cuanto a la evolución de la inflación, los expertos de Fráncfort consideran que se situará, en promedio, en el 2,5 % en 2024, el 2,2 % en 2025 y el 1,9 % en 2026 (sin cambios respecto a las previsiones de junio).

En todo caso, al BCE le siguen preocupando los últimos coletazos inflacionistas, en particular en el sector servicios. De ahí que el Consejo de Gobierno insista en que la desescalada de tipos no será tan rápida ni constante como lo fue la subida en 2022-2033 en respuesta a la crisis de precios de la energía.

"La inflación interna sigue siendo alta, ya que los salarios continúan subiendo a un ritmo elevado. Sin embargo, las presiones sobre los costes laborales se están moderando, y los beneficios están amortiguando parcialmente el impacto de las subidas salariales sobre la inflación", explica el comunicado hecho público al término de la reunión

De cara al futuro, el BCE reitera que no puede comprometerse de antemano con ninguna senda concreta de recorte de tipos. Tomará las decisiones reunión a reunión, dependiendo de la evolución de precios y salarios. Los analistas esperan al menos un nuevo recorte este año, previsiblemente en la reunión de diciembre.

Tras el recorte de este jueves, el tipo de interés general se queda en el 3,65%. La facilidad marginal de crédito (lo que pagan los bancos por la financiación a un día) baja al 3,9%, ya que también se le aplica el ajuste técnico de 0,6 puntos; mientras que la facilidad de depósito (la remuneración a las entidades por aparcar su dinero en Fráncfort, que se ha convertido en el nuevo tipo de referencia) se reduce al 3,5%.

[El BCE bajará los tipos y los ajustará para dar liquidez a la banca: la tasa 'general' caerá al 3,65% este jueves]

"Como se anunció el 13 de marzo de 2024 tras la revisión del marco operativo, el diferencial entre el tipo interés de las operaciones principales de financiación y el tipo de interés aplicable a la facilidad de depósito se situará en 15 puntos básicos. El diferencial entre el tipo de interés de la facilidad marginal de crédito y el tipo de interés aplicable a las operaciones principales de financiación se mantendrá sin cambios en 25 puntos básicos", argumenta el BCE.

En agosto, el índice de precios de consumo armonizado de la eurozona bajó cuatro décimas, hasta situarse en el 2,2%. La inflación subyacente -que excluye energía, alimentos, alcohol y tabaco, los elementos más volátiles- también cayó ligeramente del 2,9% en julio al 2,8% en agosto. Este es un indicador estructural clave para el BCE a la hora de decidir sobre los tipos de interés.

Por su parte, el crecimiento de la eurozona se desaceleró ligeramente desde el 0,3% registrado durante el primer trimestre del año hasta el 0,2% entre abril y junio, acercándose a un punto de estancamiento. Alemania, el motor económico de la UE, experimentó un retroceso del 0,1% entre abril y junio. Entre las grandes potencias de la eurozona, España es el país que más crece, a un ritmo del 0,8%.

Pese a la situación de anemia económica prolongada, el mercado de trabajo sigue exhibiendo un nivel de resiliencia sin precedentesTanto en la eurozona como en el conjunto de la UE, el paro se mantuvo estable en mayo en mínimos históricos del 6,4% y del 6%, respectivamente. En este caso, España es líder con una tasa del 11,5%.

El BCE ejecutó el pasado mes de junio el primer recorte de tipos en ocho años y los dejó en el 4,25%. Una rebaja que suponía un giro en la política monetaria tras la abrupta subida del precio del dinero entre julio de 2022 y septiembre de 2023, con diez alzas consecutivas con las que pasó del 0% al 4,5%. Este ciclo alcista fue seguido de ocho meses en los que los tipos se mantuvieron en máximos históricos.

En la reciente reunión de banqueros centrales de Jackson Hole (Estados Unidos), el economista jefe del BCE, Philip Lane, avisó de que pese a los progresos realizados, la vuelta al objetivo de una inflación del 2% "todavía no está garantizado", por lo que todavía se sigue necesitando una política monetaria restrictiva. 

Al mismo tiempo, Lane señaló que mantener los tipos demasiado elevados durante demasiado tiempo "generaría una inflación crónicamente inferior a la meta a medio plazo y sería ineficiente en términos de minimizar los efectos secundarios sobre la producción y el empleo".