La presidenta del BCE, Christine Lagarde, durante su intervención en el foro de Davos

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, durante su intervención en el foro de Davos Reuters

Bancos centrales

El Banco Central Europeo recorta por quinta vez los tipos hasta el 2,75% en pleno frenazo económico en la eurozona

La institución dirigida por Christine Lagarde descarta una bajada más agresiva de medio punto pese a los malos datos de crecimiento.

Más información: La Fed mantiene los tipos en el 4,5% en la primera reunión celebrada tras el regreso de Trump a la Casa Blanca

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El Banco Central Europeo (BCE) cumple el guión y mantiene su estrategia de reducción gradual del precio del dinero, en pleno frenazo económico en la eurozona. La institución dirigida por Christine Lagarde ha ejecutado este jueves el quinto recorte de los tipos de interés desde junio (y el cuarto consecutivo tras una pausa en julio) por valor de 0,25 puntos, hasta situar en el 2,75% la tasa aplicable a la facilidad de depósito, que es la que guía ahora la orientación de la política monetaria.

El Consejo de Gobierno ha vuelto a descartar una bajada más agresiva de medio punto, pese a los malos datos de crecimiento conocidos este mismo jueves. La actividad económica de la eurozona apenas creció un 0,7% en el conjunto de 2024 tras registrar un parón total durante el cuarto trimestre del año. Tanto Alemania como Francia sufrieron una contracción de su producto interior bruto (PIB) entre octubre y diciembre, mientras que Italia se encuentra en situación de estancamiento.

Por su parte, el mercado laboral empieza a dar señales de enfriamiento tras haber capeado las últimas crisis exhibiendo una capacidad de resiliencia sin precedentes. La tasa de paro de la eurozona repuntó ligeramente (una décima) en diciembre hasta situarse en el 6,3%. Por su parte, la tasa de desempleo del conjunto de la UE también subió desde el 5,8% en noviembre hasta el 5,9% en diciembre, aunque sigue en mínimos históricos.

El motivo de la cautela del BCE en su estrategia de tipos se debe a que la inflación de la eurozona repuntó dos décimas en diciembre de 2024, hasta situarse en el 2,4%, debido a la ligera subida de los servicios y la energía. Por su parte, la inflación subyacente -que excluye energía, alimentos, alcohol y tabaco- se mantuvo estable en el 2,7%. Pese a ello, Lagarde aún prevé que el IPC se reduzca de forma sostenible hasta su objetivo del 2% en 2025.

"El proceso de desinflación sigue avanzando. La inflación ha continuado mostrando una evolución en general acorde con las proyecciones de los expertos y probablemente retornará al objetivo del 2 % a medio plazo del Consejo de Gobierno a lo largo de este año", asegura el BCE en el comunicado hecho público al término de la reunión.

"La inflación interna sigue siendo elevada, principalmente porque los salarios y los precios en algunos sectores están aún ajustándose a la anterior escalada de la inflación con un retraso considerable. No obstante, el crecimiento de los salarios se está moderando según lo esperado, y los beneficios están amortiguando en parte el impacto sobre la inflación", sostiene la institución dirigida por Lagarde.

Esta nueva bajada de tipos se dejará sentir en primer lugar en un abaratamiento de hipotecas y créditos, aunque su impacto ya ha sido en buena medida descontado por los mercados. Bruselas espera además que la disminución del precio del dinero sirva para impulsar la anémica actividad económica en la eurozona. El BCE se ha desmarcado de la Reserva Federal de Estados Unidos, que este miércoles dejó los tipos sin cambios pese a las presiones de Donald Trump para que los bajara.

Con el recorte de este jueves, el tipo de interés de la facilidad de depósito (es decir, lo que cobran las entidades por aparcar su dinero en Fráncfort) se reduce al 2,75%, su nivel más bajo desde marzo de 2023. La tasa aplicable a las operaciones principales de financiación se queda en el 2,9%, mientras que la facilidad marginal de crédito (lo que pagan los bancos por la financiación a un día) baja al 3,15%.

Los analistas esperan que el BCE siga recortando el precio del dinero en cada reunión de la primera mitad de 2025, con el objetivo de llevar los tipos al 2% en junio.

En una reciente entrevista, el economista jefe del BCE, Philip Lane, asegura que todavía es pronto para dar por concluida la crisis inflacionista provocada por la guerra de Ucrania y la subida de los precios de la energía. Para que la inflación se mantenga en el objetivo del 2% de manera disponible, es necesario que se produzca una mayor caída de los precios de los servicios desde el actual 4%.

"Necesitamos garantizar que los tipos de interés sigan una trayectoria intermedia. Si las tasas de interés caen demasiado rápidamente, será difícil controlar la inflación del sector servicios. Pero tampoco queremos que los tipos se mantengan demasiado altos durante demasiado tiempo", alega Lane.

"Debemos asegurarnos de que la economía no crezca demasiado lentamente, porque entonces nos enfrentaremos a un nuevo problema, que es que la inflación podría estabilizarse por debajo del objetivo (del 2%)", alerta el economista jefe del BCE.