La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ha dicho este este viernes que España no se plantea de momento pedir ayuda al fondo de rescate de la UE (MEDE) porque se financia sin problemas en los mercados. No obstante, el Gobierno de Pedro Sánchez sí solicitará asistencia del nuevo instrumento europeo para proteger el empleo durante la crisis del coronavirus (SURE), que tiene una dotación de 100.000 millones.
El objetivo es financiar con dinero comunitario una parte de los costes de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que el Gobierno de Pedro Sánchez ha puesto en marcha para amortiguar la destrucción de puestos de trabajo durante la pandemia.
Aunque Calviño no ha dado ninguna cifra, el Ejecutivo español estima que el gasto público relacionado con los ERTE ascenderá a al menos 17.894 millones de euros, según consta en la actualización del programa de estabilidad remitido a Bruselas.
"Nuestra intención sería utilizar este instrumento (el fondo SURE) como una de las vías de financiación de los costes derivados del importante apoyo público que comportan estos expedientes de regulación temporal de empleo", ha dicho la vicepresidenta económica en rueda de prensa virtual antes de la videoconferencia del Eurogrupo programada para este viernes.
El Gobierno de Sánchez ha apoyado la creación de SURE "desde el primer momento" y considera que se adapta perfectamente al nuevo sistema de los ERTE en España con motivo del Covid-19 y que constituye "un embrión de un reaseguro europeo de desempleo", una reivindicación histórica de España en la UE, subraya Calviño.
La vicepresidenta no espera que esta petición de ayuda a la UE cause polémica política en España. "No me puedo imaginar que haya alguien que no considere favorable o positivo para nuestro país que podamos utilizar un instrumento que se orienta específicamente a financiar estos ERTE, que han sido uno de los mecanismos más eficaces puestos en marcha desde el primer momento por nuestro Gobierno y aprobados por los agentes sociales y el Parlamento para tratar de mitigar el impacto negativo sobre el empleo de la emergencia sanitaria", ha alegado.
La solicitud de fondos se formalizará cuando el instrumento esté plenamente operativo, ha explicado Calviño. De momento, los embajadores de los Veintisiete han alcanzado este viernes el acuerdo político necesario para poner en marcha el SURE. Ahora falta que los Estados miembros aporten las garantías necesarias por valor de 25.000 millones. Los líderes europeos han pedido que esté disponible desde el 1 de junio.
Según el acuerdo de los embajadores, el instrumento permitirá a los Estados miembros solicitar asistencia financiera de la UE para ayudarles a hacer frente al "aumento repentino y grave" del gasto público nacional que se haya producido desde el 1 de febrero de 2020 en relación con los regímenes de reducción del tiempo de trabajo y otras medidas similares, en particular las destinadas a autónomos. SURE es un fondo temporal que expirará el 31 de diciembre de 2022.
Condiciones de financiación beneficiosas
A partir de este viernes ya está disponible la línea de crédito especial por el coronavirus de 240.000 millones de euros del fondo de rescate de la UE (MEDE). Cada país puede pedir hasta un 2% de su PIB (24.900 millones de euros en el caso de España) para gasto sanitario a coste casi cero con mínimas condiciones. El director del MEDE, Klaus Regling, ha dicho que España podría ahorrarse hasta 2.000 millones de euros.
Pese a ello, Calviño ha insistido en que España no se plantea de momento pedir ayuda al fondo de rescate. "Estamos financiándonos en condiciones muy beneficiosas", ha dicho la vicepresidenta, que sitúa el coste medio de las emisiones de deuda en el 0,3%.
En todo caso, la vicepresidenta tampoco cierra definitivamente la puerta. "Tomaremos la decisión relativa al uso de los distintos instrumentos sobre la base del interés general, con el fin de minimizar los costes de financiación", ha insistido.
A su juicio, las medidas de emergencia que ha adoptado hasta ahora la UE no son suficientes para hacer frente a la crisis del Covid-19. El Gobierno español todavía espera que Bruselas ponga en marcha un fondo de reconstrucción dotado con al menos 1,5 billones de euros y basado en transferencias y no en préstamos, para no disparar la deuda pública de España o Italia.
Plan para el sector de la automoción
En este sentido, España ha promovido este viernes una carta con otros 11 países para reclamar un plan específico de la UE para el sector de la automoción. "El plan de reconstrucción de la UE ha de dedicar un apartado específico a la automoción y debe apoyarlo con un presupuesto acorde a la relevancia que tiene en la economía europea", ha dicho la ministra de Industria, Reyes Maroto.
La declaración está firmada por Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Italia, Letonia, Malta, Polonia, Portugal, República Checa y Rumanía y está abierta a la incorporación de otros socios comunitarios, según ha informado el ministerio de Industria.
Estos países resaltan que la industria automovilística representa el 7% del PIB de la UE, el 6% del total del empleo y más del 12% de las exportaciones comunitarias.