La evolución de las pensiones ha vuelto a la normalidad. Después del impacto del coronavirus (la mortalidad de la pandemia en la población mayor causó un histórico descenso en sus beneficiarios así como en el gasto en pensiones), las cifras relativas a estas prestaciones volvieron a crecer en junio, tanto mensualmente como anualmente.
La nómina mensual de pensiones contributivas ascendió a los 9.862 millones de euros, un 2,26% más que en junio de 2019. En comparación con el mes anterior, el incremento es del 0,1%. La amplia mayoría de lo abonado (mas de dos tercios) se va a jubilaciones.
Por otro lado, en esta nómina se abonan 9.754.740 pensiones contributivas, 603 prestaciones más que en mayo. Esto supone la primera subida después de tres meses consecutivos (marzo, abril y mayo) con reducción del número de pensiones abonadas.
Además de la nómina ordinaria de las pensiones, se abona la paga extraordinaria a los pensionistas del Sistema, que supone un desembolso de 9.586,31 millones de euros.
En los datos de la Seguridad Social llama la atención el importante descenso del número de altas de pensión. Con datos de mayo (no de junio), se quedan en unas 40.569 pensiones, un 23,4% menos que el año pasado. Con todo, la bajada es menos acusada que en abril cuando la reducción fue del 32,2% .
Impacto notable
De hecho, en este aspecto, el impacto de la pandemia es notable. Las altas caen hasta mayo un 22,4% y en este periodo han causado baja 245.694 pensiones, un 16,2% más que el año anterior.
“Estos datos reflejan el efecto de la pandemia en los movimientos de pensiones. En parte, son consecuencia del cierre de oficinas, que dejaron de prestar atención presencial, y de la situación de confinamiento, que hizo que muchos ciudadanos postergasen sus gestiones con la Seguridad Social”, indican desde el Gobierno. “También hay que tener en cuenta, sin embargo, cómo ha influido la pandemia de Covid-19 en términos de mortandad sobre el conjunto de la población y, en mayor medida, sobre el colectivo de las personas de mayor edad”.