El martes pasado, antes de las 06:30 horas, el sistema informático del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) sufrió un ciberataque. Desde entonces, sus 700 oficinas y cerca de 8.000 trabajadores sufren una parálisis. No pueden hacer ni una de las cientos de miles de gestiones que tendrían que estar realizando estos días para asegurar prestaciones y subsidios a cientos de miles de españoles. Ni hay plazos sobre la mesa para hacerlo.
"Seguimos exactamente igual que al principio. Toda la informática está capada, al igual que toda la conexión telefónica con soporte en la red de datos. Todo capado", explica Josetxo Gándara, representante de Comisiones Obreras en el SEPE. "Lo único posible es tirar de papel y boli, pero no podemos verificar la información ni podemos resolver ninguna gestión. No podemos hacer nada".
Gándara confirma que, a pesar de la situación, el servicio al ciudadano se mantiene. La atención presencial, con cita previa, permanece al igual que la telefónica cuando es posible. Con todo, denuncia que esta labor es inútil.
"Se mantiene el modus operandi, sabiendo de sobra que es una pérdida de tiempo en la mayoría de los casos porque, seguramente, tengamos que volver a contactar con el usuario". De hecho, mantiene que solo el 5% de las consultas que estos días reciban no requerirá de volver a contactar con el ciudadano cuando los ordenadores vuelvan a funcionar.
"No hay nadie que pueda consultar nuestras bases de datos. Puede ser que estén ahí, intactas y no haya salido un solo dato, pero nadie puede acceder a ellas", lamenta.
¿Robo de datos?
Gándara se refiere a una preocupación que está en el aire pero que desde el Gobierno han negado constantemente: que los piratas informáticos hayan logrado robar datos de los archivos del SEPE. Desde el Ministerio de Trabajo, a través de varias vías, se ha negado por activa y por pasiva esta posibilidad.
A pesar de ello, lo cierto es que el virus se diseñó expresamente pensando en el hurto de información. Según ha podido saber Invertia, tras las primeras pesquisas realizadas por los expertos del Centro Criptológico Nacional, dependiente del CNI, la 'ciberarma' se diseñó solo unas horas antes de iniciarse el asalto al SEPE.
Por ello, el virus, un 'delnryuk' de última generación y de la familia 'ransomware', pudo superar la seguridad de los sistemas del SEPE. Según fuentes del sector tecnológico, este tipo de virus están diseñados para robar información y luego pedir un 'rescate' por ella.
Sin embargo, el secuestro de datos no se habría producido ni tampoco se habría pedido ningún rescate. El interés de los atacantes habría sido dejar mal los escudos informáticos de las instituciones públicas.
Sin plazos
Sea por el dinero o la fama y la gloria, el mal está hecho. Aunque el pago del paro y otras prestaciones no corre peligro según el Gobierno, el SEPE está paralizado, igual que cientos de miles de gestiones relacionadas con el desempleo. ¿Hasta cuándo? Nadie lo sabe. Desde las Administraciones Públicas aseguran que están volcando todos sus esfuerzos en solventar la situación.
Pero ya han pasado más de 48 horas y la solución no llega para desesperación de los trabajadores de las oficinas de empleo, que temen que la acumulación de trabajo pueda generar problemas mayores, como dificultar el reconocimiento de desempleados y prestaciones de cara al próximo mes.
"No tenemos ninguna referencia de qué cabe esperar en el corto plazo. No hay horizonte de solución", avisa Gándara. Una opinión parecida comparte Françoise Calvo, representante de UGT en el SEPE. "No tenemos referencia de tiempo. Depende del informático con el que hables, podemos volver el lunes o dentro de 15 ó 20 días".
En este sentido, Calvo alerta además de una advertencia que se ha hecho a los propios trabajadores del SEPE que han estado teletrabajando. Sus ordenadores personales, los que han estado utilizando durante el teletrabajo, también podrían haber sido infectados por el virus.
¿Por qué? Calvo recuerda que la dotación de equipos informáticos para que los empleados de las oficinas de empleo trabajen desde sus domicilios ha sido ínfima. Por ello, la amplia mayoría (cerca de un 80%, según la sindicalista) ha recurrido a sus equipos domésticos, que han podido quedar afectados por el ataque.
El aviso que han recibido estos trabajadores es el de no encender sus equipos y esperar a que la situación se solvente para saber qué medidas se han de tomar.
De hecho, Calvo indica que, cuando se recupere la normalidad, va a ser de forma paulatina, según se 'limpien' los equipos. "No estaremos al 100% de la noche a la mañana".
Por ello, Trabajo ya ha tomado medidas. Mientras dure la paralización del SEPE, no se contabilizarán los plazos de cómputo vigentes en la tramitación de los distintos subsidios y las prestaciones por desempleo se renovarán de manera automática.
Sin embargo, Calvo recuerda que estas cautelas, que sirven para los trabajadores en expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), no cubren a los nuevos desempleados que, por despidos o final de contrato, necesitan ser dados de alta.
Los sindicatos recuerdan que las oficinas de empleo ya estaban saturadas de trabajo por los ERTE y las nuevas prestaciones. El retraso de las gestiones por el ataque informático amenaza con desbordarlas de nuevo.
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