Poco a poco, el Gobierno cede en algunas de sus reclamaciones iniciales respecto a la prórroga de los ERTE puestos en marcha por la Covid. Sin embargo, de momento, insiste en vincular las exoneraciones de cuotas sociales que se permiten a las empresas a que los empleados en ERTE reciban formación. Sin embargo, tanto la patronal como los sindicatos se oponen frontalmente a esta condición. 

Fuentes del Diálogo Social indican a EL ESPAÑOL-Invertia que tanto empresarios como trabajadores han trasladado al Ministerio de Seguridad Social, que es el departamento que reclama esta condición, la imposibilidad de cumplir esta cláusula. ¿La razón? Tan sencilla como que no hay plazos suficientes para elaborar los itinerarios formativos. 

Las fuentes consultadas indican que si esta posibilidad se hubiera planteado hace meses, de cara a esta prórroga, no existiría tanta oposición. Sin embargo, los agentes sociales aseguran que en solo un mes (que es cuando se activarían los nuevos ERTE) es inviable tener elaborados los programas formativos que serían necesarios. 

De hecho, como ya indicó esta semana Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), "es una buena idea, pero estamos en una renovación de una palanca como han sido los ERTE, para tres, cuatro o cinco meses por delante”. De hecho, tiene dudas de que el propio Gobierno esté en disposición de garantizar planes formativos coherentes para el cuarto de millón de personas que todavía siguen en ERTE.

"Esta idea que me parece buena para los ERTE estructurales, si la sacamos antes de tiempo a la palestra puede generar frustración o problemas en el mantenimiento de ERTE hasta finales de la pandemia", indicó.

Copago

Sin embargo, también hay otra oposición a esta medida. Como contó este diario, la intención de Seguridad Social es que la formación vinculada a los ERTE sea 'copagada' por las empresas. 

Sin embargo, la propia patronal ha mostrado su oposición a esta medida. Al fin y al cabo, sería formación que facilitaría la salida de los trabajadores de la empresa, no le reforzaría. 

En cualquier caso, precisamente por esta razón, el equipo de Escrivá había diseñado esta propuesta, de manera que las empresas estuvieran vinculadas con la formación, y participasen en su diseño. Pero esto no convence a la patronal. 

Lo cierto es que la vinculación de los ERTE a formar trabajadores en el corto plazo tampoco convence dentro del Gobierno. Según ha podido saber este periódico, existen desavenencias dentro del Ejecutivo sobre esta medida y su viabilidad en la próxima prórroga de los ERTE. 

Reunión

Mientras, el tiempo corre. El Gobierno quiere contar con un acuerdo con los agentes sociales para ampliar los ERTE antes del Consejo de Ministros del próximo 28 de septiembre, que es el último del mes. La próxima reunión para ello se celebra este mismo viernes. 

Por lo pronto, está pactado que la extensión sea en dos fases: primero se prorrogarán los ERTE actuales hasta finales de octubre y luego comenzarán a aplicar las nuevas condiciones que se acaben pactando en el Diálogo Social. Esto será necesario puesto que no habrá prórroga automática de ERTE. 

De hecho, las empresas deberán renovar su solicitud de ERTE una a una. Es decir, que no habrá prórroga automática. Los empresarios tendrán hasta el 10 de octubre para presentar la solicitud, teniendo la Administración un plazo de 10 días para resolver. 

Está aún sin decidir prolongar el contador a cero de la prestación de desempleo para los receptores de prestaciones relacionadas con los ERTE, aunque hay consenso entre los agentes sociales para que llegue hasta junio de 2022.