La primera fase de la negociación de las pensiones se cerró con una importante arista pendiente: el mecanismo de equidad intergeneracional con el que el Gobierno quiere atenuar el impacto que producirá la jubilación de los 'baby boomers' en las arcas públicas. Sin embargo, el Ministerio de Seguridad Social y los agentes sociales todavía no han comenzado a negociar dicho instrumento.
El tiempo corre, y no precisamente a favor de la negociación. La idea del departamento que dirige José Luis Escrivá es incorporar el susodicho mecanismo en la reforma de las pensiones que se tiene que aprobar antes de que acabe el año -parte de los fondos del Plan de Recuperación depende de ello-. Para ello, cuenta con incorporarlo en noviembre.
A pesar de ello, más allá de una reunión inicial a mediados de septiembre, no se ha avanzado en nada en esta cuestión. Y patronal y sindicatos, en sus primeros posicionamientos (al menos por el lado de UGT y CCOO), ya han avisado su oposición a cualquier rebaja en las pensiones de los 'baby boomers' o aumento de la vida laboral de este colectivo.
Por tanto, no será una negociación sencilla, como evidenció la 'primera pata' de la reforma de las pensiones y que ya está en el Congreso.
Pero abordar la cuestión es inevitable: la llegada de la generación del 'baby boom' (que son los nacidos entre los 50 y los 70) al sistema de pensiones supondrá incorporar a unos 11 millones de nuevos jubilados. Será necesario tomar para atenuar el impacto ecónómicos de todas estas nuevas prestaciones.
De hecho, cabe recordar que para 2050, según los cálculos de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), solo habrá dos trabajadores para mantener a cada pensionista.
¿Cuáles son las causas de que esta cuestión no se haya tocado todavía? Ante todo, el equipo de Escrivá ha priorizado la prórroga de los ERTE Covid, para la que se ha llegado a un principio de acuerdo con patronal y sindicatos este mismo lunes.
Sin mezclas
Así, Escrivá no quiere que se mezclen churras con merinas 'cruzando' negociaciones en paralelo en el Diálogo Social. Sin embargo, la clave es que a Seguridad Social se le multiplican los frentes para atender los compromisos pendientes en sus políticas.
Entre ellas el reglamento necesario para que los becarios coticen por prácticas no pagadas. De hecho, el plazo para ello caduca este mismo mes de septiembre.
Esta cuestión forma parte de los compromisos que alcanzó Seguridad Social con patronal y sindicatos justo antes del verano, igual que la mejora de los convenios especiales de cuidadores familiares de personas en situación de dependencia, entre otros.
También está pendiente la reforma de las pensiones de viudedad, de manera que incluyan a las parejas de hecho, y los 'pisos' de cotización por ingresos reales para los autónomos.