Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, ha echado un capote a la CEOE para intentar sumarla al "amplio acuerdo social" que el Gobierno quiere lograr para la reforma laboral. Concretamente, a pesar de que el Ministerio de Trabajo, la patronal y los sindicatos llevan negociando esta cuestión desde hace meses, ha defendido que los contactos y encuentros hasta ahora han sido "preliminares".
De hecho, Calviño, que ha participado este jueves en el 12º Congreso de Comisiones Obreras (CCOO), ha indicado, consultada por los medios de comunicación, que aún "no se ha iniciado la fase de negociación y de concreción del paquete" de cambios que incluirá la reforma laboral.
Cabe recordar que desde hace meses, los agentes sociales y el departamento de Yolanda Díaz han estado intercambiando documentos y propuestas, precisamente, para cerrar la reforma laboral. Unos movimientos que la vicepresidenta económica considera solo iniciales para un cambio legislativo que tiene que estar cerrado en menos de tres meses.
A pesar de que, según su visión, los trabajos formales sobre la reforma laboral todavía no se han iniciado, la vicepresidenta sí que afirma que la reforma estará antes de que acabe el año, tal y como se prometió a la Comisión Europea. "Nuestro objetivo es llegar a un acuerdo lo antes posible".
Un acuerdo que siempre ha definido como "amplio" y en el que deben estar todos los agentes sociales, haciendo alusión a la patronal, que ha manifestado su malestar por la insistencia de Pedro Sánchez en derogar la reforma laboral del Partido Popular de 2012.
Precarización
En una intervención en vídeo en el Congreso del sindicato, el presidente del Gobierno ha vuelto a insistir en esta cuestión. "Las leyes que precarizaron los contratos no pueden formar parte del futuro de nuestro país", ha indicado. Sin embargo, Calviño no ha hecho referencia alguna a la derogación de aspectos legales.
Con todo, sí ha marcado los elementos que se cambiarán en la futura reforma laboral, que debe estar activa en 2022. Para empezar, se simplificarán los tipos de contratos y generalizar la contratación indefinida.
También se desarrollarán los ERTE estructurales para facilitar la flexibilidad interna de las empresas y se gestará un "marco equilibrado y justo de la negociación colectiva y de regulación a las subcontratas", en la línea de las reformas como la Ley Rider. Y ha insistido, "estamos en el mismo barco".
Calviño formó parte de la nutrida representación que mandó el Gobierno al Congreso de CCOO. También participaron José Luis Escrivá y María Jesús Montero, ministros de Seguridad Social y Hacienda, respectivamente. Por cierto, durante su intervención grabada, a Pedro Sánchez se le escapó un 'spoiler' de la cita: Unai Sordo renovará como secretario general de CCOO.
Sordo no ha compartido la visión de Calviño. "La reforma laboral tiene muy avanzada su negociación", ha indicado, particularmente en lo que se refiere a negociación colectiva. "El problema es que CEOE no está de acuerdo".
En el evento también ha participado el presidente de la patronal, Antonio Garamendi. Aunque ha eludido referirse a la reforma laboral, ha defendido la necesidad de acuerdos bilaterales entre sindicatos y patronal. Un guante que Sordo ha recogido y que ha propuesto para la próxima negociación colectiva, que se tiene que iniciar a finales de este año y principios del siguiente.
Por su parte, Pepe Álvarez, responsable de UGT, ha destacado que se haya conseguido derogar el 100% de la reforma de las pensiones de Mariano Rajoy. Con todo, ha pedido a Escrivá: "No confundamos al personal. Un sistema privado de pensiones no lo vamos a negociar en medio de la renovación del Pacto de Toledo", ha dicho, en alusión al fondo público de pensiones que presentó Seguridad Social a los agentes sociales esta semana.