Se ha incrementado el peso de este aumento de las cuotas sociales justo después de que los empresarios decidieran no participar en el 'juego' que proponía José Luis Escrivá. Algo que provoca que cualquier tipo de pacto que incluya a la CEOE en el campo de la reforma laboral penda de un hilo. 

Este lunes, Seguridad Social cerró un acuerdo con los sindicatos, del que se quedó fuera la patronal por su rechazo a la medida, para subir las cotizaciones sociales por contingencias comunes un 0,6 puntos porcentuales durante 10 años con el fin de 'rellenar' el Fondo de Garantía de la Seguridad Social, es decir, la hucha de las pensiones.

La clave de la situación está que en que, tras la negativa de la CEOE, se renegoció la propuesta con los representantes de UGT y CCOO. Hasta entonces se había manejado que el reparto de la subida de cotizaciones fuera de dos tercios para las empresas y el tercio restante para el trabajador. De hecho, durante este lunes se llegó a barajar incluso una posible aplicación progresiva de esta medida, en vez de aplicarla de forma plena a partir de 2023 -aunque desde Seguridad Social niegan este extremo-. 

Tras la renegociación con los sindicatos, la proporción de aplicación de la subida de cotizaciones cambió y aumentó por el lado de las empresas. Si antes soportaban el 66%, ahora sube al 83%. 

Castigo

Esto no ha gustado en CEOE, en cuya cúpula se considera esta medida "castiga a las empresas y al empleo" y ahonda en la sensación de desánimo y "decepción" con las últimas propuestas del Gobierno en el Diálogo Social, como el Mecanismo Red propuesto la semana pasada. 

Con todo, el 'no' de la CEOE a la propuesta de Escrivá ya estaba decidido desde hace días. Este mismo fin de semana, aprovechando un encuentro celebrado en Galicia, la directiva de la patronal intercambió pareceres en los que el rechazo a la subida a cualquier subida de pensiones era pleno. 

La clave es que este 'fracaso' del Diálogo Social (no ha habido acuerdo tripartito) complica la situación para un pacto que incluya la CEOE en la reforma laboral. Entre los empresarios aseguran que la subida de cotizaciones quita cintura al equipo negociador de los empresarios, que tiene menos espacio para hacer concesiones en campos como la temporalidad.  

Eso sí: insisten en que no se levantarán de las mesas de negociación que hay abiertas y que se abrirán, como la de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2022. Pero la capacidad de decir que 'no' la tienen siempre sobre la mesa. 

Propuestas

Ante esta situación, Escrivá replicó, tras cerrar el acuerdo con los sindicatos CCOO y UGT, que la colaboración de la CEOE ha brillado por su ausencia. "Nuestra expectativa era, y así lo hemos intentando, que entraran en el acuerdo (...). No hemos recibido ninguna propuesta por su parte de qué elementos querrían operar para sustituir", aseguró.

La subida de cotizaciones está dentro del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) que sustituye el factor de sostenibilidad y con el que se evita un recorte de entre el 2 y el 3% para los futuros pensionistas, según Escrivá.

"Ahí esta la esencia del MEI, el concepto. El factor de sostenibilidad supondría para un joven con una pensión de 1.500 euros que al final de su vida laboral se recortaría en 300 euros", ha dicho el ministro.

Con el MEI, que comenzará a aplicarse en 2023 hasta 2032, se pretende ir proveyendo el fondo de la Seguridad Social y se prevé que haya un colchón de unos 50.000 millones de euros para 2032, según las estimaciones compartidas este lunes por el ministro.

Respaldos

La propuesta de Escrivá era conocida por la cúpula del Gobierno. En este sentido, el MEI y la subida de cotizaciones que contiene contaría con el respaldo pleno de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, y de Nadia Calviño, vicepresidenta primera. 

De hecho, este apoyo cerrado de Moncloa al ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se escenifica en la mañana de ese martes en la propia residencia ministerial. Allí se celebra un desayuno de trabajo, en el que están convocados, además de Sánchez y el propio Escrivá, los secretarios generales de UGT, José Álvarez, y de CCOO, Unai Sordo, y las vicepresidentas Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera. 

A la cita también asisten otras pesos pesados del Gobierno como María Jesús Montero y Reyes Maroto.

En el lado 'morado' del Ejecutivo no ven con malos ojos la propuesta de Seguridad Social, puesto que supone evitar recortes en las pensiones e introducir más fondos en la Seguridad Social. Eso sí: admiten que pone muy cuesta arriba para el Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz la negociación de la reforma laboral, que se tiene que cerrar y aprobar antes de que acabe 2022. 

En cualquier caso, al MEI le queda todavía pasar el trámite del Congreso. El Mecanismo se introducirá como enmienda dentro de la reforma de las pensiones que se está tramitando en la Cámara Baja, y que no tiene amarrados los apoyos de los aliados del Gobierno de coalición.