Se trata de una de las principales promesas que llevaba en su catálogo electoral de 2019 el propio Pedro Sánchez y de la que, a pesar de su importancia y de lo complejo y largo que será su desarrollo, no se ha iniciado una negociación o escrito una línea. 

Sin embargo, fuentes del Gobierno aseguran que en lo que resta de legislatura hay tiempo suficiente para aprobar y acordar el nuevo estatuto de los trabajadores prometidos. Insisten en que cumplirán con su compromiso.

Para dar base a su tesis, recuerdan los plazos en los que se sacó la reforma laboral. Retrasada la negociación por la pandemia, es cierto que los agentes sociales daban por imposible el acuerdo para este conjunto de normas, sobre todo cuando Nadia Calviño decidió pulsar el botón de 'reset' a las negociaciones. 

Pero lo cierto es que se han cumplido los plazos, y con acuerdo tanto con la patronal como con los sindicatos. Aunque los agentes sociales argumentan que también lo han hecho por las presiones a los que les sometía la posibilidad de que se retrasaran la llegada de los fondos europeos que dependían de la reforma laboral.

Escepticismo 

Por ello, el escepticismo respecto al nuevo estatuto de los trabajadores es mayor. No hay una fecha límite para abordarlo más que la del propio acuerdo de Gobierno. Es decir, esta legislatura. Y de su aprobación no dependen millones o eventuales sanciones europeas. 

De ahí que los sindicatos se hayan mostrado pesimistas con la posibilidad de que el nuevo estatuto salga adelante. Alertan de que el actual estatuto de los trabajadores está desactualizado, sobre todo en lo que tiene que ver con los derechos laborales digitales. 

Pero también creen que en la negociación que se tendrá que abordar habrá que tratar cuestiones relativas al despido, algo de lo que el Gobierno no quiere hablar, al menos en lo relativo a las indemnizaciones y su incremento. 

Sin embargo, más allá de los que indiquen fuentes del Ejecutivo, ya hay figuras dentro de él que consideran que la reforma laboral ya pone las bases del que será el nuevo estatuto de los trabajadores. Así lo indicó la propia Nadia Calviño días después de que se cerrara la reforma laboral entre Gobierno, patronal y sindicatos, un pacto que calificó como "histórico". 

Vehículo

Además, cabe recordar que el nuevo estatuto de los trabajadores puede servir al Gobierno como vehículo para 'colocar' reclamaciones de sus socios de coalición, algo que ya se habría puesto sobre la mesa.

Más allá de las valoraciones del Ejecutivo, el nuevo estatuto de los trabajadores no está en la agenda del corto plazo del Ministerio de Trabajo. El reto más inmediato, según comentó la responsable del departamento, Yolanda Díaz, es la "reforma legislativa de la Ley de Economía Social". En 2022 también se reformará la legislación de las cooperativas y de las empresas de inserción.

Además, se lanzará una comisión de expertos sobre el impacto que tiene la precariedad laboral en la salud mental y se hará público un informe que sobre el efecto de los algoritmos en la vida laboral. También se abordará una reforma de los horarios así como de los incentivos a la contratación.