Israel Arroyo, secretario de Estado de Seguridad Social, ha decidido dejar su cargo y el Gobierno. El número 2 del ministro José Luis Escrivá y arquitecto de la reforma de las pensiones sale del Ejecutivo y será sustituido por Borja Suárez, director general de Ordenación de la Seguridad Social.
La dimisión es por decisión propia y personal, según indican fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Sin embargo, le hace un roto al departamento en el peor momento posible, puesto que hace 24 horas se confirmó que que su homólogo en Migraciones, Jesús Perea, deja el departamento para volver a Moncloa, donde ya fue jefe del equipo de Discursos.
En cualquier caso, voces cercanas a Arroyo han apuntado que la decisión de dejar el Gobierno estaría motivada por el agotamiento que le han generado las funciones que realiza en Seguridad Social.
Cabe recordar que Arroyo ha sido uno de los principales impulsores de la primera pata de la reforma de las pensiones, hoy en vigor. Se trata de los incentivos para alargar la vida laboral y la vinculación por ley de las subidas de las pensiones a los incrementos de precios.
Arroyo, cuya dimisión ha sido adelantada por 'elDiario.es', no solo ha sido responsable de los cambios correspondiente a las pensiones. También fue uno de los diseñadores de la reformulación y extensión de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que se pusieron en marcha desde el principio de la pandemia.
También tuvo parte de responsabilidad en el redactado de la reforma laboral. Concretamente, en el diseño de los nuevos ERTE y del Mecanismo Red.
Además, Arroyo capitaneó las negociaciones y sucesivas ampliaciones de las ayudas para los autónomos que se crearon la crisis económica provocada por la Covid.
Momento delicado
El todavía secretario de Estado (el relevo no se completará hasta dentro de unas fechas) también ha liderado la negociación de Seguridad Social con las asociaciones de autónomos para cambiar su modelo de cotizaciones, por el que se quiere que pasen a pagar cuotas por ingresos reales.
En cualquier caso, la marcha de Arroyo se produce en un momento delicado. Primero, porque deja sin cerrar la susodicha negociación con los autónomos. Pese a ello, fuentes del Ministerio aseguran que Borja Suárez ya estaba presente en dichas reuniones y el cambio no será un problema.
Segundo, porque una de las medidas que se han implementado bajo su mano amenaza con poner en un brete la sostenibilidad del sistema público de pensiones.
Se trata de la vinculación de las pensiones con el IPC. La inflación, disparada en este 2022, amenaza con generar un importante incremento del gasto estructural en estas prestaciones. Según el Banco de España, el Ejecutivo tendría que desembolsar unos 12.600 millones de euros más en 2022 con los niveles de precios actuales.