La negociación salarial a escala nacional entre CEOE y UGT y CCOO está apartada en la cuneta. Y la razón no está en las cifras, aspecto en el que habría un consenso de mínimos entre patronal y sindicatos. La clave está en que los trabajadores exigen que haya cláusulas de revisión salarial en sintonía con el IPC que eviten la pérdida de poder adquisitivo, algo a lo que los empresarios se niegan. Sin embargo, es posible que en la segunda mitad del año esta situación desencalle con la intervención del Gobierno.
Los sindicatos dejan la puerta abierta a reconsiderar su reclamación si hay una subida de impuestos a las empresas. Es decir, que estarían dispuestos a renunciar a las cláusulas de revisión salarial si se incrementa la contribución del sector privado a las Administraciones Públicas.
Consideran que esta es una posibilidad para que un acuerdo salarial para los próximos años pueda rubricarse y sea el primer paso para un pacto de rentas como el que pide el Gobierno.
Sin embargo, también admiten que esta posibilidad es remota, por ahora, y que sería una alternativa que tendría que mover el propio Gobierno, posiblemente contra el criterio de la patronal.
De hecho, según estas fuentes, la propia CEOE está poco receptiva de cara a un pacto de rentas. En cualquier caso, la negociación (en esto) no se retomará hasta septiembre, aunque los contactos informales al respecto entre los agentes sociales son constantes.
Incógnita
"La gran incógnita es qué pone el Gobierno encima de la mesa" para el pacto de rentas, opinó el propio Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras este lunes.
El sindicalista vasco recordó que al Ejecutivo no le faltan "palancas para incentivar las decisiones de sindicatos o asociaciones empresariales".
Por otro lado, se mostró a favor de que las subidas salariales de los empleados públicos se incluyeran dentro de un eventual pacto de rentas y se pacten en ese ámbito, como ha pedido la propia CEOE.
Eso sí: pese a que CCOO considera que los incrementos de sueldo en el caso de los funcionarios no tienen por qué estar ligados al IPC, insisten en que no pueden perder poder adquisitivo.
De vuelta al sector privado, salvo que haya pacto salarial, todo apunta a que habrá pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores en este 2022 por la inflación.
Por lo pronto, los salarios pactados en convenio subieron de media un 2,45% hasta junio, según datos extraídos de la estadística de negociación colectiva del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Esta cifra es ligeramente superior al dato de mayo (2,42%), pero casi ocho puntos inferior al IPC adelantado del mes de junio, que se situó en el 10,2%.
Cabe recordar que, en este contexto, los sindicatos han activado una campaña de movilizaciones para reclamar subidas salariales en consonancia con la inflación.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, defendió este lunes la "absoluta legitimidad" de los sindicatos para convocar "cuantas movilizaciones estimen convenientes" para exigir una subida salarial a la patronal.
Una patronal cuyo presidente, Antonio Garamendi, ha asegurado en varias ocasiones, no está en contra de las subidas salariales, sino de su vinculación al IPC.
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