Fumata blanca. Sólo quedaba el visto bueno de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y ha llegado esta madrugada. De este modo, el ministerio de Seguridad Social y los trabajadores por cuenta propia cierran el acuerdo para reformar la forma de cotización a la Seguridad Social. Entrará en vigor a partir del año que viene, y el objetivo es conseguir que quienes menos tienen paguen menos y viceversa.
El nuevo modelo se implantará de forma progresiva durante tres años, de modo que esté totalmente desplegado en 2025. Contempla la puesta en marcha de trece nuevos tramos de cotización según lo que ingrese cada trabajador.
Una vez que el nuevo sistema de pago a la Seguridad Social de los autónomos esté implantado, aquellos que tengan un rendimiento neto inferior a 670 euros pagarán 200 euros en 2025; un ahorro final de 1.127 euros anuales respecto a lo que pagan en este momento.
Por el contrario, quienes ganen más de 6.000 euros acabarán pagando 590 euros mensuales de cotización, lo que supone pagar 3.353 euros más de lo que abonan actualmente para sus prestaciones.
El documento final supone una reducción importante de las previsiones que tenía el Ministerio de Seguridad Social, que pretendía recaudar más para reducir el déficit del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Sin embargo, ahora habrá que esperar más tiempo para lograr los objetivos de Escrivá.
El nuevo sistema permitirá que al inicio de año cada trabajador autónomo decida en qué tramo de cotización quiere incorporarse. Lo hará en función de su previsión de ingresos, y podrá ir modificándolo durante el curso si varían sus objetivos. Si llegado el caso a final de año hubiera alguna disparidad, habrá tiempo para llevar a cabo el pago de la diferencia o dejar pendiente una devolución a desgravar en futuras cuotas.