Finalmente, la crisis económica generada por la guerra de Ucrania ha llegado al mercado laboral español. Así lo indican los datos del mes pasado. El paro sube en julio por primera vez en 14 años. No lo hacía desde 2008. Además, la creación de empleo se estanca. Es más: si los datos no se depuran y se desestacionalizan, la Seguridad Social pierde 7.360 afiliados.
La cifra de parados de España se elevó en julio en 3.230 personas, hasta las 2.883.812. Esto supone un 0,1% más de desempleo que en junio, aunque el Ministerio de Trabajo presume de que se trata de la cifra más baja de paro en los últimos 14 años.
Pese a ello, se trata del primer incremento del paro en julio, precisamente, desde 2008. Se trata de un hecho llamativo, puesto que en este mes la campaña de verano y su generación de puestos de trabajo conserva sus efectos. De hecho, desde que empezó el actual milenio, el desempleo solo ha aumentado en este mes en 2005, 2007, 2008 y, ahora, 2022.
Desde el departamento que dirige Yolanda Díaz se culpa a la "incertidumbre internacional" de este incremento del paro, que fue "significativo a partir de la mitad" de julio. Según Trabajo, "la pérdida de empleos afecta a contratos previos a la entrada en vigor de la reforma laboral".
El aumento del paro fue especialmente acusado en el sector servicios, en el que aumentó en 11.238 personas, sobre todo por el área de educación (en el que el desempleo se eleva en 23.708 personas) por el fin del año escolar. También subió ligeramente en agricultura y construcción.
Por comunidades autónomas, los principales incrementos del paro se registraron en Cataluña (3.310), Castilla-La Mancha (2.705) y Comunidad de Madrid (2.432). Mientras, el desempleo bajó en ocho regiones, lideradas por Comunidad Valenciana, Andalucía y Asturias.
Pese a estos datos, el efecto de la reforma laboral se mantiene en la contratación. El número total de contratos registrados en julio fue de 1.665.515, de los que un 41,44% fueron de carácter indefinido. Esto multiplica por cuatro la media histórica.
Afiliación
En el caso de los afiliados a la Seguridad Social, se aprecia un importante estancamiento en julio. Incluso una leve reducción de ocupados si se analizan los datos sin corregir los efectos estacionalizados.
En términos desestacionalizados, los ocupados se elevan a 20,1 millones, 9.104 más que en junio. Esto supone una total y completa quiebra de las previsiones que hiciera José Luis Escrivá a mediados del mes pasado.
Por entonces, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones estimó que en julio se crearían 30.000 nuevos puestos de trabajo, según la estadística experimental que desarrolla su departamento. Finalmente, no se ha creado ni una tercera parte del empleo previsto.
Sin embargo, no es menos importante resaltar que en términos no desestacionalizados el empleo llega a caer. Concretamente, la cifra media de ocupados se queda en 20,3 millones en julio, 7.360 (-0,04%) menos que en junio.
Según el Ministerio de Seguridad Social, esto se debe "probablemente a un adelanto de las decisiones de contratación este verano".