El término 'nini' hace referencia a los jóvenes españoles que ni estudian ni trabajan y que son especialmente numerosos durante las crisis. Sin embargo, con la pandemia de Covid-19 lo que está creciendo son los jóvenes que trabajan y estudian simultáneamente, es decir, los 'sisi'.
El porcentaje de españoles entre los 16 y los 34 años que tienen un trabajo y que además cursan algún tipo de formación está en el 32,5%, según el Observatorio de Emancipación del Consejo de Juventud de España.
Dicho porcentaje es seis puntos superior al del año inmediatamente anterior a la pandemia, 2019, cuando estaba en el 28%. Con todo, los datos son bien diferentes por género. El porcentaje de mujeres que trabajan y estudian simultáneamente se eleva a casi el 41%, cuando en hombres se queda en el 24,6%.
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Fuentes del Consejo de Juventud indican que esta evolución se debe al nuevo contexto generado por el Proceso de Bolonia en la formación superior en España. "El grado ya no tiene la importancia que tenía antes la carrera. Ahora es necesario un posgrado", afirman.
Por ello, los jóvenes están obligados a "continuar" su formación al tiempo que se incorporan al mercado laboral. Con todo, estos perfiles, según explican, suelen tener contratos precarios, marcados por la temporalidad y la jornada parcial.
Sin embargo, el informe está desarrollado con datos de la segunda mitad de 2021. Es decir, que la reforma laboral no ha estado en aplicación.
Según las fuentes consultadas, precisamente por esta razón el problema relacionado con la temporalidad debería corregirse a lo largo de 2022.
Por su parte, el porcentaje de 'ninis' es cada vez menor. Solo hay un 2,4% de los jóvenes que estén totalmente inactivos, es decir, que no trabajan ni estudian.
Esto no implica que la economía de los jóvenes haya mejorado en nuestro país. En el periodo analizado, "una persona joven debía dedicar 3,8 veces su salario neto anual para poder sufragar la entrada de una hipoteca para la compra de la vivienda media del mercado inmobiliario español", con un valor total de 170.000 euros.
De hecho, el Consejo de Juventud entiende que un joven español, de media, solo podría "asumir una vivienda valorada en 100.000 euros sin sobreendeudarse". Es decir, destinando solo el 30% del salario neto al pago, tal y como recomienda el Banco de España.
Respecto al alquiler al final de 2021, el coste de la vivienda media en alquiler ascendía a 848 euros al mes, mientras que una persona joven tan solo podía asumir una cuota de 320 euros sin caer en el sobreendeudamiento.
Emancipación
Todo esto lleva a que el porcentaje de jóvenes emancipados de sus hogares familiares sea de 15,6%. Sin embargo, la proporción es menor entre las mujeres (13,8%) que entre los hombres (26,9%).
Ante esta situación, el Consejo de Juventud recuerda que "tanto la temporalidad como el paro dejan a los jóvenes en una situación de exposición absoluta frente a la subida de la inflación, porque implica menores ingresos con los que hacer frente al encarecimiento de la vida".
Por ello exige "seguir subiendo el salario mínimo interprofesional (SMI), pues esa subida afecta, mayoritariamente, a mujeres y a jóvenes, o ampliar el Ingreso Mínimo Vital para que todas las personas jóvenes, sin discriminación de edad, puedan acceder a él". Recuerda que una de cada tres personas jóvenes está expuesta "una situación de riesgo de pobreza".