El Gobierno ya está poniendo las bases de la próxima subida del salario mínimo interprofesional (SMI), que marcará el que esté vigente en 2023. El Ministerio de Trabajo ya maneja la idea de que la cifra esté por encima de los 1.078 euros brutos al mes en 14 pagas, más allá del 60% del salario medio actual.
Sin embargo, la cifra definitiva no se conocerá hasta que en noviembre se concrete la inflación media de 2022. ¿Por qué? Yolanda Díaz, la jefa del departamento, quiere que los precios influyan en la cifra definitiva.
El pistoletazo de salida a este proceso tendrá lugar el próximo viernes, cuando se reúna la Comisión Asesora para el Análisis del SMI, que a día de hoy está en los 1.000 euros brutos al mes en 14 pagas. De dicho órgano tendría que salir una primera cifra para subir el salario mínimo. O al menos un abanico actualizado de propuestas.
En un principio, la meta y el compromiso recogidos en el acuerdo del Gobierno de coalición son que el SMI sea el 60% del salario medio español. ¿En qué se traduce esto? Según la última actualización del INE (que corresponde a 2020), el salario medio anual de los trabajadores españoles está en los 25.165 euros.
En un principio, el SMI en 2023 tendría que estar como mínimo en 15.099 euros brutos al año, que se traducirían en unos 1.078 euros brutos al mes en 14 pagas.
Si se ejecutara este incremento, ya supondría una subida de casi el 8% (concretamente, un 7,85%). Pero el planteamiento que manejan Yolanda Díaz y su equipo rompe esta frontera. El departamento apuesta por llevar el SMI a una cifra "más allá del 60% del salario medio" previsto.
Trabajo considera que el 60% del salario medio se podría quedar corto ante el importante incremento que están registrando los precios este 2022.
Por otro lado, la cifra definitiva del salario mínimo de 2023 no se conocerá al menos hasta noviembre, según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia. No es por casualidad. En noviembre es cuando el Gobierno contará con una previsión de en cuanto estará la inflación anual media de 2022, que se espera que incluso pueda superar el 8%.
De esta manera, la inflación va a tener un rol protagonista en la subida del SMI de 2023, tal y como ha dado a entender Yolanda Díaz en sus intervenciones de las últimas dos semanas. En ellas, ha hecho hincapié en que se deben abordar medidas para revertir la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores con sueldos más bajos. Es más: ha apoyado las movilizaciones sindicales contra la CEOE para exigir aumentos salariales.
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Sin embargo, no es el único concepto que se tendrá en cuenta para subir el salario mínimo. Díaz ha insistido en que también se tendrán en cuenta los otros parámetros habituales para decidir una subida del SMI: además de la inflación, se valora la participación de los salarios en la renta nacional, la productividad y la situación económica del país.
Los sindicatos ya están lanzando sus primeras propuestas. Pepe Álvarez ya ha indicado que en 2023 habría que ir a un SMI de 1.100 euros mensuales. "Ya no sirven los 1.049 euros" que se recomendaron en su momento para 2023.
En cambio, los empresarios ya han indicado que, en medio de una crisis energética como la actual, no es el momento propicio para una subida del SMI. Y menos del calibre que se está manejando en el Ministerio de Trabajo.