Empieza el 'tiki taka' para sacar adelante la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de cara a 2023. La CEOE reclama que el alza llegue hasta los 1.040 euros al mes en 14 pagas (una subida del 4%), mientras que los sindicatos exigen que vaya más allá de los 1.082 euros.
Son los planteamientos conocidos tras la reunión que ha mantenido el Ministerio de Trabajo con los sindicatos UGT y Comisiones Obreras (CCOO), un encuentro al que no ha acudido la patronal CEOE dado que ha roto relaciones con el departamento que dirige Yolanda Díaz.
Sin embargo, los patronos han remitido una propuesta en la que piden una subida "moderada" hasta los 1.040 euros al mes ya que iría "por encima del incremento salarial medio pactado en los convenios firmados en 2022 (3,03%) y de los funcionarios (3,5%).
Dice la patronal, además, que se trata de un alza "moderada" acorde con la evolución de la productividad y de las previsiones de crecimiento del PIB para el año que viene "que estará en torno al 1%". Eso sí, se sitúa por debajo de la propuesta de los expertos del Ministerio de Trabajo.
Una subida muy inferior a la que solicitan los sindicatos, que consideran que debería ser superior a los 1.082 euros al mes. Es decir, se sitúan en la banda alta del informe de la comisión de expertos que se ha presentado esta misma semana.
Para UGT y CCOO lo ideal sería que se alcanzaran los 1.100 euros mensuales para alcanzar ya el 60% del salario medio. El objetivo, explican, es que "el SMI actúe como una garantía social" para que ningún trabajador se vea perjudicado por la inflación.
El encuentro de este miércoles, descafeinado por la ausencia de CEOE, no ha tenido un planteamiento concreto por parte del equipo de Yolanda Díaz. Más bien a la inversa, ya que se ha limitado a escuchar a los representantes de los trabajadores y ahora estudiará la idea de la patronal.
La propuesta definitiva del Gobierno llegará en los próximos días, y se analizará en una reunión para la que todavía no hay fecha. No hay que olvidar que estos contactos son consultivos para el Ejecutivo, ya que tiene la prerrogativa máxima de decidir cuánto subirá el SMI sin pactarlo ni llevarlo al Congreso de los Diputados.