El Gobierno pagó durante el mes de marzo 2.611.097,97 euros a militares no profesionales de la II República. En concreto, fueron 38 las personas beneficiadas. Además, pagó también 52.899,20 euros a familiares de militares no profesionales de la República. Aquí, los beneficiarios fueron 3.384 personas.
Pero es que, además, en el capítulo de mutilados de guerra, el desembolso fue de 747.417,96 euros (1.451 pensiones pagadas); para familiares de mutilados de guerra, 1.319.040,18 euros (1.431 beneficiarios); y por familiares de fallecidos en guerra, 1.319.040,18 euros (4.552 pensionistas). Por cruces y medallas, se gastó 52.899,20 euros (213 personas beneficiadas). Son datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
¿Por qué este desembolso?
La respuesta es porque estas personas están encuadradas dentro de lo que se denomina como Régimen de Clases Pasivas. A grandes rasgos, se trata del principal mecanismo de cobertura social del que disponen los funcionarios del Estado jubilados antes de 2011.
Entre ellos, funcionarios de carrera de la Administración General del Estado, de la Administración de Justicia, de las Cortes Generales, de otros órganos constitucionales o estatales que lo prevean, y, funcionarios transferidos a las comunidades autónomas (que no ingresen en cuerpos propios de estas administraciones).
Junto a ellos, militares de carrera, de las Escalas de complemento, de tropa y marinería profesional y los caballeros cadetes, alumnos y aspirantes de las escuelas y academias militares.
¿Cuánto cobran?
De media, un pensionista de Clases Pasivas cobró una mensualidad de 2.131 euros. En cambio, un jubilado que cobra su prestación a través del régimen de la Seguridad Social recibió 1.372 euros. Por tanto, la diferencia es de 759 euros mensuales.
En conjunto, la Seguridad Social gastó en marzo 1.476,7 millones de euros para pagar las pensiones de las Clases Pasivas. En total, 694.526 pensiones. La razón de que haya más pensiones que pensionistas se debe a que, en Clases Pasivas, un beneficiario puede cobrar más de una pensión.
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Además, sus pensiones suelen ser más elevadas que en el régimen de la Seguridad Social porque suelen ser funcionarios con salarios más altos y, por tanto, con cotizaciones más elevadas.
¿Cuál es el mínimo que perciben?
Los miembros de las Fuerzas e Institutos Armados que, como funcionarios de carácter militar, prestaron servicios a la II República durante la Guerra Civil perciben estas pensiones gracias a la ley 37/1984, de 22 de octubre.
Los beneficiarios son tanto los propios causantes como con “los cónyuges viudos, excónyuges o pareja de hecho y huérfanos menores de 21 años o mayores de dicha edad, incapacitados para todo trabajo desde antes de cumplirla o del fallecimiento del causante”.
La cuantía de las pensiones depende del empleo y el tiempo de los servicios reconocidos al causante. Así, la cuantía de la pensión del causante es el equivalente al 100% de la pensión, sin cómputo de trienios, que corresponda a empleos militares análogos.
Esa pensión no podrá ser inferior a la cuantía mínima aplicado en el Sistema de la Seguridad Social para las pensiones de jubilación, con cónyuge a cargo, de mayores de 65 años. Traducido a euros, y durante 2023, será un mínimo de 966,20 euros al mes.
En el caso de los familiares, la cuantía de las pensiones de viudedad y orfandad es el 50% y el 20%, respectivamente, de la que hubiera correspondido al causante. En este caso, el mínimo de la pensión de viudedad no podrá ser inferior al mínimo establecido en el Sistema de la Seguridad Social para las pensiones de viudedad de mayores de 65 años. Es decir, 783,10 euros al mes.
¿Cuánto le queda de ‘vida’ a las Clases Pasivas?
En la actualidad, y teniendo en cuenta todas las pensiones abonadas a las Clases Pasivas (además de los funcionarios y militares de la II República hay otros grupos con denominaciones como ‘jubilados civiles de legislación antigua’ o ‘retirados militares de legislación antigua’, entre otros), su número es de 694.526 personas.
Y sobre cuánto le falta, la respuesta es bien sencilla: desaparecerá en el momento en el que muera la última persona acogida a este sistema.